Bizcochos

Unos ricos bizcochos caseros para desayunar son un lujo y, aunque no lo creáis, son muy sencillos de hacer. Podemos aprovechar el horno siempre que vayamos a hacer otra preparación y hacer varias cosas. Una vez encendido el horno hay que sacarle provecho. Estos bizcochos no solo tienen una presencia en la que solo al verlos dan ganas de coger uno, son además un dulce muy rico.

Ingredientes:

2 huevos

150 g de azúcar

40 g de aceite de oliva virgen extra

40 g de aceite de girasol

60 g de leche

400 g de harina

1/2 sobre de levadura química

Ralladura de un limón

Ponemos en un bol los huevos, el azúcar y la ralladura de limón. Batimos bien hasta que queden todos los ingredientes bien mezclados.

Iremos añadiendo los dos tipos de aceite.

La leche.

La harina previamente mezclada con la levadura química y vamos tamizando y mezclando.

Cuando ya no se pueda mezclar la harina con las varillas, entonces lo haremos manualmente con la mano.

Y luego al final en la encimera amasaremos la masa que hemos obtenido.

Hasta conseguir una masa suave, ligera y que al contacto con el dedo sea una textura suave, que éste no se pegue, pero que quede una ligera marca.

Vamos haciendo unos palitos, del tamaño y grosor normal. Aunque se pueden hacer más o menos grandes dependiendo del gusto de cada uno. Los iremos pasando por azúcar.

Los vamos colocando sobre una placa de horno forrada con papel de horno, dejándolos un poco separados porque crecerán.

Tendremos el horno precalentado a unos 170º centígrados. Los introducimos dentro del horno y los dejamos durante unos 15 a 20 minutos. Vamos comprobando porque cuando se vean dorados es que ya están hechos.

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