He utilizado la pechuga de un pollo asado, que he hecho un día, para hacer después esta receta, también he utilizado el jugo que ha resultado de la cocción, que no hay que desperdiciar y reservar para esta receta, ya que hay mucho sabor en él. Este arroz se va a hacer con un ingrediente ya cocinado previamente, así que podemos decir que es de aprovechamiento, pero en este caso hice el pollo asado pensando en hacer esta receta. Si os sobra pollo de alguna receta, u otra carne, se puede utilizar igual para esta receta.
Ingredientes (para 4 personas):
1 pechuga de pollo asado
400 g de arroz bomba
El jugo o salsa que ha soltado el pollo asado
1 cebolla pequeña o media normal
1/2 pimiento rojo
4 cucharadas de tomate frito
1 diente de ajo
1 cta de perejil picado
1 pizca de pimentón dulce de la Vera
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Ponemos en el wok un chorro de aceite. Picamos la cebolla y el pimiento y lo añadimos a la sartén dejando que se haga lentamente durante unos minutos.
Incorporamos el perejil y el ajo picados. Seguimos sofriendo durante unos dos minutos más.
Añadimos el pimentón damos una vuelta y ponemos el tomate. Rehogamos un minuto, al estar frito no es necesario más, pero si fuera tomate crudo lo dejamos hacer unos 5 a 8 minutos.
Echamos el arroz y volvemos a remover un par de minutos.
Ponemos el jugo sobrante del pollo asado que habíamos guardado previamente, también el pollo cortado en trozos y agua hasta que cubra. Incorporamos una cucharadita de sal, es preferible poner poco y luego rectificar.
Remover con cuidado al principio para que no se deshaga mucho la carne asada de pollo, luego con hacerlo de vez en cuando, e incluso agitando el wok, es suficiente.
Probar de nuevo de sal cuando quede la mitad del caldo.
En cuanto quede un arroz con un poquito de caldo ya se puede decir que está listo, luego siempre se puede dejar más o menos caldoso, e incluso seco, sin caldo, eso ya va en gustos.