Oreja a la Plancha

Es una de las raciones que se suelen pedir mucho en los bares, es muy popular y suele gustar a todos.  Y cuando digo popular es porque lo es en casi toda España, lo raro es no encontrarla en las cartas, en la sección de raciones, de todas partes. Hacerla en casa no es complicada, ni se forma mucho lío en la cocina, simplemente es que tiene su tiempo, y un poquitín de trabajo, pero apenas nada. Luego ya se plantea el si nos gusta más o menos dorada o tostadita, con o sin salsa, adobada o sin adobar, en cualquier caso aquí os dejo la que es sin adobar y tostadita, que quede bien crujiente, “¡¡Una de oreja planchaaa!!”.

Ingredientes:

Oreja de cerdo

Aceite

Sal

Ponemos la oreja, previamente lavada, en una olla exprés y la cubrimos con agua y una cucharada rasa de sal. Se puede añadir un poco de laurel, granos de pimienta negra, perejil, otras hierbas, ajo, cebolla, …. al gusto, pero a mi personalmente me gusta tal cual es. La tendremos cociendo durante 30 minutos, una vez pasado el tiempo comprobamos que ha quedado bien cocida, si no es así la dejamos un poco más de tiempo.

La sacamos y secamos bien con papel de cocina.

La troceamos al gusto con ayuda de unas tijeras. Que no sean ni demasiado grandes ni muy pequeños, pero no hace falta que sean todos los trozos iguales, así se ven más caseros.

Preparamos una sartén, si tenemos plancha mucho mejor, la ponemos al fuego y cuando esté caliente le ponemos un poco de aceite, apenas nada.

Ponemos una tanda, que no sean mucho para que el calor de la sartén no baje, y vamos haciendo la oreja y que se vaya dorando por todas partes.

Se irá haciendo poco a poco, que no se arrebate, de esta forma se irá dorando y quedando más crujiente.

Servir inmediatamente.

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