Es casi seguro que la mayoría de nosotros llora al cortar la cebolla, unos más que otros, pero sobre todo cuando es una gran cantidad de cebolla, ahí seguro que lloramos todos, no podemos dejar de lagrimear y es que da mucha rabia porque no nos deja trabajar y no paramos de limpiarnos los ojos. Solemos tener en nuestra cocina utensilios para diferentes utilidades, y en muchas ocasiones no los utilizamos todos los días, sólo de vez en cuando, pues este consejo es para que tengáis en la cocina un utensilio más, y que os va a ser de gran utilidad, sobre todo para aquellas personas más sensibles. Unas gafas de nadar. Así de sencillo, hace mucho que las utilizo, las tengo en un cajón y siempre que corto cebolla, aunque sean pequeñas cantidades, me las pongo. De maravilla, además no tienen porqué ser caras, las más económicas nos sirven y nos sacan del apuro.
Pela las cebollas.
Cortalas.
Pero no te olvides, siempre con las gafas puestas, para no llorar.