La berenjena rebozada es ideal para acompañar a las carnes, pescados, huevos, … para las comidas o para las cenas, así como para hacer con antelación, para llevar al trabajo o para un día en el campo o la piscina, o con los amigos, si hay que participar en una reunión y llevar algo por ejemplo, esto podría ser una opción. Esta forma de presentarla hace que guste a grandes y pequeños, así que hay que aprovecharse de esto para así disfrutar de todas sus ventajas.

Ingredientes:

Berenjenas

Harina (para los celíacos harina apta para ellos)

Huevos

Sal

Aceite de oliva

Se puede hacer la cantidad que se necesite, una pieza de tamaño normal será para unas dos o tres personas.

Lavamos bien las berenjenas bajo el chorro de agua fría, las secamos con un paño o papel absorbente y cortamos los dos extremos. Sin pelar las berenjenas vamos cortándola en rodajas de medio centímetro aproximadamente. Las vamos sazonando con un salero y las colocamos en un escurridor para que suelten el agua y el amargor, aunque pienso que hoy en día no es necesario, no suelen ser amargas. Las dejamos así unos 15 minutos.

Mientras esperamos ese tiempo, vamos poniendo harina en un plato, que cubra el fondo, batimos el huevo, ponemos aceite en una sartén y preparamos otro plato con papel absorbente.

Pasados los 15 minutos procedemos a pasar cada rodaja de berenjena por harina.

A continuación las pasamos por el huevo, que se impregnen bien.

Y las vamos echando en la sartén con el aceite no muy caliente. Cuando se hayan dorado por ese lado se les va dando la vuelta, como medio minuto por cada lado. Hay que ir controlando la temperatura del aceite. En la foto se aprecia como unas ya se les ha dado la vuelta y a otras no, tienen que adquirir un tono ligeramente dorado.

Una vez doradas por ambos lados las pasamos al plato que tenemos con el papel absorbente para quitar el exceso de aceite.

Servir en un plato o bandeja para que cada uno se sirva. O bien, poner una cantidad en el plato al que se vaya a acompañar.