Cuando digo bizcocho húmedo es porque la masa no queda como cuando se hace un bizcocho normal, y es que no encuentro otra palabra que ésta, queda la masa algo más húmeda. Esto es debido a la fruta que se incorpora al bizcocho que le hace más jugoso. En fin espero que os guste.

 

 

Ingredientes (las medidas son de un vaso pequeño):

100g de fresas en almíbar

1 medida de leche

1 medida de aceite de girasol

4 huevos

4 medidas de harina

2 medidas de azúcar

1 sobre de levadura en polvo

2 cucharadas pequeñas de lecitina de soja

4 fresas para decorar

Para el glaseado:

6 fresas y un poco del almíbar de las fresas

Azúcar glass

 

Encendemos el horno con antelación a 180ºC, para que esté caliente en el momento de introducir el bizcocho.

Batimos muy bien el azúcar con los huevos, la leche y el aceite. Mezclamos la harina y la levadura y después las tamizamos, con ayuda de un colador. Lo añadimos a lo anterior y además la lecitina de soja.

 

Añadimos las fresas y volvemos a batir de nuevo.

Pasamos la masa al molde. Éste estará untado de mantequilla o margarina y después espolvoreado con harina, a esto se le llama encamisar el molde, se puede apreciar en la foto.

 

Metemos al horno durante 50 minutos a una hora, depende del horno. Hay que tener cuidado de no sacarlo antes de tiempo, aunque parezca que está hecho, cuando hayan pasado el tiempo comprobar pinchando el bizcocho y que la aguja salga limpia.

 

Mientras el bizcocho está en el horno vamos haciendo el glaseado. Ponemos las fresas en el vaso batidor y las batimos con un poco de su almíbar, con un par de cucharadas es suficiente.

 

Pasamos el batido de fresas a un bol pequeño y le vamos añadiendo azúcar glas, hasta que quede lo suficientemente espeso como para que al ponerlo sobre el bizcocho el glaseado se mantenga.

 

Cuando hayamos sacado el bizcocho le decoramos con las fresas que habíamos reservado para la decoración, pero partidas por la mitad. Y, por último, le ponemos el glaseado de fresa por encima.