Para los amantes del chocolate, ¿a que no sois capaces de comer solo uno?, con estos bombones estaréis más que felices. Ya que la semana ha consistido en tapas he pensado que qué mejor que unos bombones para el domingo, y así cerrar la semana con un dulce, que es como si fuera la “tapa dulce”. Solo decir que estos bombones son caseros, caseros, de industrial no tienen nada, se puede ver en las fotos, pero el final os va a sorprender, quedan bonitos de presencia y buenos de sabor, el “muy bonitos” o “muy buenos” os lo dejo que lo digáis vosotros mismos.

Ingredientes:
100 ml de nata para montar
125 g de chocolate fondant (1)
125 g de chocolate fondant para hacer la cobertura del bombón (2)

Podemos utilizar cualquier recipiente que sea de un tamaño pequeño, ya sean cubiteras de hielo o especiales para bombones, que se pueden encontrar de diferentes tamaños, formas y colores. Pero los que son de silicona son más manejables a la hora de desmoldar.

Fundimos la mitad del chocolate (2), o bien al baño María o bien en el microondas. Cubrimos cada una de las paredes de las celdas del recipiente donde vamos a hacer los bombones. Tapamos y dejamos enfriar en la nevera.

Mientras ponemos la nata a cocer en un cazo y cuando rompa a hervir añadiremos el chocolate (1) y removemos hasta que se haya fundido. Dejamos enfriar. Una vez frío montamos la mezcla muy bien y rellenamos los moldes de chocolate con ayuda de una cuchara pequeña y alisamos bien la superficie. Tapamos y dejamos enfriar.

Fundimos el resto del chocolate (2) para cubrir con él cada uno de los bombones, limpiamos bien todo lo que sobra en las cubiteras por fuera de los bombones, tapamos con papel de horno y dejamos enfriar en la nevera.

Una vez que estén fríos los desmoldamos. Con ayuda de un cuchillo quitamos los rebordes de chocolate sobrantes para que queden lisos los bordes.

Así de bonitos quedan y muy, muy ricos (como podéis ver yo si he utilizado el “muy”, y ¡dos veces!).