Cada vez más me decanto por hacer postres donde el protagonista es la fruta, y éste lo es del todo, con tres ricas frutas, que en este caso son el plátano, la fresa y el kiwi, frutas que se hacen notar por la diferencia de color, pero que se puede cambiar por otras. Sencillo, sano y sugerente, o bien podemos decir bueno, bonito y barato. Espero que os guste.

Ingredientes para dos vasos:

1 plátano grande

1 kiwi grande

5 fresas grandes o 10 normales

2 cucharadas de nata montada por fruta (o de nata montada de pastelería)

Zumo de 1/2 limón

Bizcocho (yo utilicé Tortas de Alcázar)

Almíbar y Triple seco (optativo)

 

Todo dependerá de la cantidad que queráis poner por persona y de cómo os guste, pero las cantidades que voy a dar son para un vaso como el que se ve en las fotos de la receta, así que solo tendréis que multiplicar, también dependerá de la cantidad de nata que se le añada, ya que aunque yo prefiero más fruta y menos nata, los habrá que le guste todo contrario, con lo cual con menos fruta bastará. El caso es que si sobra algo, se guarda y se come para la cena o para el día siguiente, porque aunque se mezclen las frutas sobrantes, no importa, es más lo que sobre también del bizcocho se hace cachitos y se echa por encima, está igual de rico, pero no tan bonito.

 

En primer lugar hacemos el zumo del medio limón. Cortamos, por vaso, dos rodajas del plátano, las pasamos por el zumo de limón, para que no se pongan oscuras, y reservamos. Hacemos lo mismo con el kiwi y la fresas, pero con estas dos frutas no es necesario que las pasemos por el zumo de limón, y con el kiwi fue una sola rodaja partida en dos.

 

Por otro lado hacemos los discos de bizcocho. Con ayuda de un molde de la medida que nos interesa, cortamos el bizcocho.

Dependiendo de si los queremos más o menos grueso los partiremos a su vez por la mitad. Yo os aconsejo que hagáis dos de cada una de ellas, así queda más fino y a la hora de comer e introducir la cuchara se parte con más facilidad y no lleva tanto bizcocho.

Batimos por separado la fruta y limpiamos la batidora cada vez para no mezclar. Primero batimos el kiwi y reservamos.

 

A continuación el plátano junto con una cucharada del zumo de limón. Reservamos.

 

Y, por último, batimos la fresas y reservamos.

 

Vamos mezclando la nata con cada una de las frutas, siempre han de estar en recipientes separados. Dejamos al gusto de cada uno, es decir, poner más o menos fruta y nata, al gusto. Compré en la pastelería 1/4, cuando se va a hacer con tiempo es mejor comprar la nata, sale mejor el postre. No obstante si queréis montar vosotros mismos la nata os aconsejo que utilicéis gelatina y la mezcléis con un poco de nata sin montar y luego mezclarla con la montada antes de poner la fruta, así se mantendrá mejor el postre.

Ponemos una capa de fruta y nata, esta primera capa es de fresa, y después un disco de bizcocho (el disco lo podemos mojar muy ligeramente con un almíbar para que quede más jugoso, o con un poco de licor si no hay niños).

 

Vamos rellenando el vaso, la siguiente capa es de plátano, y la última de kiwi, y entre capa y capa de fruta pondremos un pequeño disco de bizcocho, es decir dos discos.

Ya tenemos el postre listo para guardar en el frigorífico, tapado con film transparente, hasta la hora de servirlo.

 

El bizcocho es optativo, el postre queda muy rico también sin él, además se puede utilizar el tipo de bizcocho que más guste, ya sea de magdalena, sobao, soletilla, mojicón, pero ha de ser una plancha fina.

 

Acabamos colocando en el último momento la fruta que habíamos reservado para adornar el postre. También podemos colocar una teja de almendra o un canuto para que quede aún mejor la presentación.

 

Os comento que es importante pasar el plátano por el zumo de limón, como podéis ver en la foto no está oscuro (ni lo batido ni las rodajas) y eso que habían pasado un par de horas desde que lo hice.