Lo de exprés es porque se hacen muy rápido, se pueden hacer las cantidades que se quiera y, sobre todo, es muy fácil de recordar los ingredientes, es decir, las cantidades que lleva.
Estas medidas son para un huevo, solo tenéis que doblar las cantidades según los huevos que pongáis. Las que veis aquí en esta receta he puesto dos huevos, hago pocas porque somos pocos para comerlas, así no nos aburrimos y nos quedamos con ganas de más.
Ingredientes por huevo:
Harina la que admita
7 cucharadas de aceite de girasol
7 cucharadas de leche
7 cucharadas de azúcar
1/2 copita de anís dulce
1+1 cucharaditas de anises
Ralladura de un limón
Cáscara de media naranja
1/2 sobre de levadura
1 sobre (es doble) de gaseosa
Aceite de girasol para freír
Azúcar para rebozar las rosquillas
Antes de empezar vamos a poner el aceite, que va a ir a la masa, a calentar con 1 cucharadita de anises y la cáscara de naranja. Una vez que se caliente, no hay que poner el calor fuerte para que no se arrebate, sino que vaya despacio para que absorba los aromas de los anises y de la naranja. Otro punto es que, como ya he dicho anteriormente he puesto dos huevos, para esta cantidad he utilizado como medio kilo de harina.
En un bol grande ponemos los huevos, el aceite frito y frío colado, la leche, el azúcar, el anís y la ralladura.
Mezclamos y añadimos la otra cucharadita de anises pero molidos (se puede poner más cantidad de anises si os gustan mucho). Mezclamos.
Añadimos la levadura y las gaseosas. Mezclamos.
Vamos añadiendo la harina, previamente tamizada, poco a poco.
Primero nos vamos ayudando en todo momento con las varillas, pero llega un momento en que con las varillas ya no se puede, así que pasamos a hacerlo con la mano. Utilizar solo una mano, en el momento que la masa ya no admita más harina es cuando tocamos la masa con la mano que no hemos utilizado y vemos que no se pega. Sacamos la masa fuera, a la encimera, con un poco de harina sobre ella, y amasamos un poco más.
Ha de quedar una masa fina, lisa y uniforme.
Una vez hecha la masa ponemos el aceite para freírlas a calentar, la temperatura no ha de ser ni muy fuerte, para que no se arrebaten, ni flojo, para que no se empapen de aceite. Hay que ir jugando con la temperatura. Comenzaremos a hacer las rosquillas, tomamos una cantidad y hacemos un cilindro con ella y unimos los dos extremos.
Si la masa se pega un poco a las manos, que no tiene porqué, entonces untaros con un poco de aceite.
Vamos friendo en tandas, una vez doradas por un lado las damos la vuelta, después las sacamos a una bandeja con papel absorbente.
Y sin esperar a que se enfríen las vamos rebozando con azúcar que tendremos en un plato y las pasamos al recipiente donde se vayan a guardar.
No cerrándolas hasta que se han enfriado. Como es una cantidad grande para tener en casa un recipiente en el que se puedan guardar, optaremos por una bolsa o bolsas aptas para comidas, como muestra la foto.
waoooo que delicia, Dela como siempre esquisita tu receta!!