Como lo prometido es deuda y ayer dije que pondría esta receta aquí está. La hago muy a menudo y con diferentes sabores, la de hoy es la clásica, que por donde va triunfa. La verdad es que es muy rica, además no lleva azúcar, un punto a favor, los yogures pueden ser desnatados (sin azúcar), así como la leche, dos puntos más, la galleta como es de avena nos conviene más que otro tipo de galleta, un puntito más, tiene miel, que es muy sana, la mermelada, que puede ser baja en calorías, …… ufffff, ya tiene muchos puntos a favor,….., solo tiene un punto en contra, y es la mantequilla, a mi me encanta el sabor que le da, pero se puede poner de la baja en calorías.

En fin, que si la hacéis os va a encantar, vais a quedar muy bien cuando la hagáis y os van a felicitar todos.

 

Ingredientes:

130g de galletas integrales de avena

4 yogures naturales sin azúcar

2 vasos pequeños de leche

2 cucharadas de miel

1 cucharada de zumo de limón

80 a 100g de mantequilla

Mermelada de arándanos

1’5 sobres de gelatina en polvo

Comenzamos forrando un molde con papel de horno, mojaremos un poquito el fondo de la base del molde para que se quede pegado a él. Recortamos con las tijeras el papel sobrante. El molde es preferible de los que se desmoldan, que están separados la base y cuerpo lateral, de esta forma luego se va a desmoldar mucho mejor al pasarla a una bandeja.

Molemos las galletas, si tenemos un robot es mejor, si no es el caso, se pueden meter en una bolsa y pasarles el rodillo, o bien machacarlas en un recipiente con el mortero.

Derretimos ligeramente la mantequilla en el microondas, y la mezclamos bien con las galletas.

Extendemos la masa de galleta por todo el fondo del molde. Metemos a la nevera mientras que hacemos el relleno.

Ponemos la leche en un cazo, añadimos 1 sobre de gelatina y mientras se va calentando vamos batiendo con las varillas, hasta que quede totalmente disuelta la gelatina. Ha de quedar totalmente disuelta, si no no cuajará.

En un bol ponemos los yogures y la miel.

Echamos la leche al bol, batiendo con las varillas.

Sacamos de la nevera la base, echamos la mezcla con cuidado y volvemos a meter a la nevera de nuevo hasta que cuaje, como una o dos horas más o menos.

Una vez que está ya fría, preparamos la cobertura de mermelada. Para ello pondremos en un cazo la mermelada, un poco más de la mitad de un tarro de mermelada (hablamos de los de tamaño normal). Añadimos el zumo.

Añadimos la gelatina, esta vez la mitad de otro sobre y mezclamos bien, lo ponemos a fuego bajo y removemos continuamente tres o cuatro minutos, la gelatina ha de quedar totalmente mezclada.

Vertemos sobre la tarta de yogur y volvemos a meter a la nevera.

Se puede hacer un día antes, así no os encontraréis con tantas cosas para hacer, y solo estaréis pendientes de la comida. Como veis queda muy bonita, y las raciones las podéis hacer del tamaño que queráis, bueno …. más bien depende de cuántos se sean para repartirla y de lo que le apetezca a cada uno.