Este guiso se puede hacer con antelación y se puede hacer con cualquier parte del cordero, pierna, paletilla, costillar, etc…, a mi la parte del cordero que más me gusta para este guiso es el cuello del cordero lechal, es una carne muy tierna y al tener hueso queda muy jugosa, pero eso ya os lo dejo a vuestro gusto, porque da lo mismo la parte que elijáis, siempre sale bueno. Si le ponéis patatas como guarnición se las tenéis que poner al final, en el último minuto, justo antes de servir el guiso, porque como ya sabéis las patatas es una de las cosas que no se pueden hacer con antelación. Aquí os dejo cómo queda con cada una de las opciones, con o sin patatas.
Ingredientes para 6 personas:
1 kg de cordero troceado
1 paquete de 500 g de guisantes congelados
2 zanahorias
1 cebolla
3 dientes de ajo
Perejil
Pimentón
Harina
Pimienta negra
Sal
Aceite de oliva virgen
Patatas
Ponemos en la cazuela un chorro de aceite, sazonamos la carne y la doramos.
Por otro lado cortamos finamente la cebolla, la añadimos a la cazuela y rehogamos unos minutos.
Mientras pelamos y troceamos las zanahorias, hacemos lo mismo con los ajos, añadimos las dos cosas al guiso y removemos durante un par de minutos.
Añadimos también un poco de pimienta negra recién molida, personalmente prefiero así la pimienta que la que venden ya molida.
Agregamos los guisantes y rehogamos un minuto.
Añadimos 2 cucharadas rasas de harina, una cucharada rasa de pimentón, la sal y el perejil bien picado.
Rehogamos de nuevo todo y añadimos el agua hasta cubrir todo.
Dejamos cocer lentamente durante 40 minutos, o hasta que esté la carne tierna, todo dependerá de la pieza y de la edad del cordero. Probar de sal y rectificar si es necesario. En la foto de arriba tenéis el plato sin las patatas, si optáis por ponérselas solo habrá que pelar las patatas, cortarlas a dados y freírlas en aceite en una sartén, una vez hechas pasarlas primero a un plato con papel absorbente para quitar el exceso de grasa.
¡¡Buen apetito!!