La casquería es algo que no a todo el mundo le gusta, o solo les gustan determinadas cosas. La verdad es que a quien le gusta disfruta de lo lindo, aquí con la casquería normalmente, o se ama o se odia. Lo bueno es probarlo, seguro que habrá cosas que os van a gustar, aunque también depende de cómo se guise, que es otro factor a tener en cuenta. Os dejo con estas manos de cerdo guisadas que son una delicia y que se dejan comer solas, las personas que las han probado les ha encantado, eso sí, procurad poner bien de pan, porque la salsa está de vicio.
Ingredientes para 6 personas:
8 manos de cerdo
Aceite
1 cebolla grande y 2 dientes de ajo picado finamente
2 hojas de laurel
1 manojo de perejil
1 y 1/2 cucharadas pequeñas de pimentón dulce y 1/2 de pimentón picante
2 guindillas
1 cucharada sopera de harina
1 vaso de vino blanco
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En primer lugar lavamos muy bien las manos de cerdo y las cortamos (ya el carnicero nos las habrá partido en 4 partes cada mano, pero como normalmente las dejan medio unidas hay que separarlas del todo).
Vamos a utilizar al principio dos ollas al mismo tiempo. Una normal en la que pondremos las manos de cerdo y las cubriremos con agua.
Ponemos a cocer esta olla mientras que en la otra olla (ésta será a presión, para que se haga en menos tiempo) se va friendo la cebolla y el ajo. Cuando tome color se añaden las guindillas y el laurel.
A la vez pondremos la harina y el pimentón y se revuelve bien.
Se agrega el vino blanco y un poco de sal. Se añade también como dos vasos de agua o más (las manos han de quedar casi cubiertas), así como el perejil bien picado. Dejamos cocer.
Cuando en la otra olla haya comenzado a cocer veremos como ha soltado una suciedad, que es normal, aunque siempre la solemos quitar con la espumadera, pero que yo tiro, y dejo así completamente las manos limpias para a continuación pasarlas a la otra olla.
Cuando se haga este paso han de estar las dos ollas hirviendo, para que cuando se pasen las manos de cerdo a la olla a presión siga en el mismo punto de antes, es decir, ha de estar cociendo, que no vuelva a ponerse en agua fría para comenzar a cocer.
Se cierra la olla y se deja cocer mínimo 1 hora, comprobar que hayan quedado bien tiernas, los huesos se tienen que separar fácilmente, así como probar de sal y rectificar si hace falta.
Cuando esté todo cocido, si se desea, se puede pasar la salsa por un pasapuré o bien batirlo. Pero la verdad es que la cebolla está tan finamente picada que con la cocción se ha integrado en la salsa. Este plato se puede preparar con antelación, es más, si se hace el día antes mucho mejor. Y también se puede congelar, por si se quiere hacer con más antelación.
La receta tiene el aire de que en la practica está muy rica. En esa forna, quiero decir guisadas, no las he comido nunca. Pero es uno de los principales ingredientes de una sopa espesa llamada «mondongo» que se hace con panza (callos), patas de res y de cerdo y vegetales y se espesa con harina de maíz, mejor dicho, con bolitas hechas con harina precocida de maíz. Y a mi me encanta esa sopa! Solo que no es algo para hacer para una sola persona.
En esta receta se le puede añadir patatas en trozos, pero a mi me gusta más así. Es cierto que algunas recetas no son para hacerlas para uno solo, pero se puede hacer para cuatro, congelas tres partes, individualmente, y ya tienes para otras veces.