Se debería comer todos los días una ensalada, y si es variada mucho mejor, no solo en los ingredientes sino en su composición, comer todos los días la misma puede llegar a ser aburrido, aunque siempre haya una que sea nuestra favorita. Os dejo con una ensalada más, en la que podéis hacer los cambios que queráis, aunque siempre hay que probarla tal cual nos la enseñan y después … a no ser que haya algún ingrediente que no nos guste y es entonces cuando podemos hacerla sin él.
Ingredientes para 2:
Lechuga lollo rossa (6-8 hojas)
4 cucharadas de habitas baby en aceite
Queso mozzarella en bolitas pequeñas (5)
Queso feta en dados pequeños (12 cuadraditos)
Cebolla dulce
Aceitunas
1 zanahoria pequeña
Aceite de oliva virgen extra
Vinagre de Jerez
Sal
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Lavamos las hojas de lechuga bajo el chorro de agua fría, las escurrimos bien y las cortamos en juliana gruesa. Colocamos la lechuga alrededor del plato. Ponemos unos aros de cebolla, al gusto, elegiremos una cebolla pequeñita para que los aros no sean grandes, sino pondremos los aros centrales, los más pequeños. Colocamos también las aceitunas por encima de la lechuga.
En el centro ponemos las habitas. Han de estar bien escurridas de su aceite.
Encima de las habitas ponemos los dos quesos, los dados en el centro y las bolitas de mozzarella las partiremos por la mitad y las colocamos alrededor, como muestra la foto.
Pelamos la zanahoria y con el mismo pelador iremos haciendo estas pequeñas virutas de zanahoria, dejando que caigan por encima de toda la ensalada.
Aliñamos espolvoreando la sal por encima de toda la ensalada, echamos un chorro de aceite, repartiéndolo por encima y con el vinagre haremos lo mismo. La proporción normalmente es de 3 de aceite por una ce vinagre, yo las prefiero con muy poco vinagre, por este motivo utilizo un pulverizador, llega a todas partes con muy poca cantidad. Presentaremos así la ensalada, luego en la mesa removeremos bien todos los ingredientes para que todos estén impregnados con la vinagreta.
