Estas croquetas están hechas con patatas, son menos conocidas que las hechas con bechamel, pero están también muy ricas. Quizás son más sencillas, desde mi punto de vista, ya que la única dificultad es cocer la patata y mezclar los ingredientes, y es, creo, muy, muy fácil. Os dejo con este enlace a un reportaje mio sobre las croquetas, es interesante y os ayudará a aprender más sobre ellas, e incluso a resolver esas pequeñas dudas o problemas que se puedan tener. No obstante, además de rebozarlas de la forma tradicional, he probado a hacerlas con otros dos tipos de rebozados, y han quedado geniales, además uno de los rebozados es una grata sorpresa cuando se comen, uno no espera ese rebozado. Estas croquetas son más contundentes, ya que con tres es suficiente, eso sí, con una ensalada y un primer plato ligero. Con esto os quiero decir que da de sí para muchas personas con poca cantidad de pescado y patata.
Ingredientes (para unas 10 croquetas aproximadamente):
200g de Salmón (limpio de espinas y piel)
200g de patatas
1 cucharada de aceite de oliva virgen
1 cucharada pequeña de zumo de limón
1 cucharada pequeña de perejil picado
Sal
Pimienta blanca
Para rebozar:
1 huevo
Patatas fritas
Pan rallado
Aceite para freír las croquetas
Pelamos las patatas (o patata, si es grande), las lavamos y las cortamos en trozos pequeños para que la cocción sea en menos tiempo. Ponemos los trozos en una cacerola pequeña con una pizca de sal y cubrimos con agua. Dejamos cocer hasta que estén tiernas.
Mientras limpiamos el salmón (esto lo pueden hacer en la pescadería) y lo cortamos en dados pequeños para que se hagan antes. Sazonamos con sal y pimienta blanca y los salteamos en una sartén con la cucharada de aceite. Retiramos el salmón a un plato y reservamos.
Escurrimos las patatas y, en esa misma cacerola, las machacamos con un tenedor hasta que queden bien trituradas, como un puré. Si hacemos mucha cantidad podemos utilizar un pasapurés.
Añadimos a las patatas el perejil picado y el salmón y, con el tenedor, vamos triturándolo hasta que quede bien incorporado a las patatas (según como os guste la textura, dejáis más o menos triturado el salmón).
Añadimos el zumo de limón, probamos de sal, si es necesario rectificamos y volvemos a mezclar todo de nuevo. Dejamos enfriar la masa.
Este es el primer rebozado y el más habitual. Batimos un huevo en un plato y en otro plato ponemos pan rallado, primero embadurnamos las croquetas en el huevo batido, estas son de forma redondas, y después al pan rallado.
Segundo rebozado. Ponemos en una bolsa un puñado grande de patatas fritas y las molemos, nos podemos ayudar con un rodillo. Las croquetas las ponemos primero en el huevo, estas son de la forma clásica, y después en las migas de patatas fritas, que queden bien incrustadas.
Tercer rebozado. Simplemente con el huevo.
En una sartén pequeña ponemos aceite en abundancia. Cuando esté caliente vamos echando las croquetas, que no sean muchas, de a pocas, para que se frían mejor.
A continuación las pasamos a un plato con papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
Aquí tenéis las croquetas con el primer y segundo rebozado.
Éstas son con el tercer rebozado.
Y os dejo una foto más con las croquetas abiertas para que se vea su interior.
Espero que os guste esta receta, es más, a los niños les encantará y podéis hacerlo con otros pescados, e incluso, al hacer diferentes formas, cada una de estas formas se puede hacer con un pescado distinto.
Deli-ciosa, ¿no hay forma de hornear las croquetas? Odio tener que freír en mucho aceite. A lo mas que llego es a dos cucharadas. Los pescados y el pollo congelados rebozados los meto al horno y se tuestan magníficamente bien. Crees que si congelo las croquetas pasará igual? No las de papas, la papa no congela bien. Mejor dicho, se estropea al dscongelar. Sucederá igual si entran directamente a un horno muy caliente?
Bonito juego de palabras. Pues pienso que se pueden hacer en el horno, pero sin rebozarlas, como se hace con las patatas duquesa, creo que que deben de quedar muy ricas también. Pero unas croquetas normales metidas directamente al horno desde el congelador, no se bien cómo quedarían, y tampoco imagino cómo pueden quedar después de horneadas, aunque no estén congeladas, la masa en sí está rica, así que posiblemente no tienen que estar mal.