Repito la experiencia del empanado a la plancha, esta vez con pescado, con el emperador o pez espada. Ya sabéis que jugosa queda la carne preparada así, no es el empanado clásico, podéis ver la receta aquí, es utilizar solo el pan rallado y el aceite justo para hacerlo a la plancha. Son muchos los que utilizáis este pescado, sobre todo porque es el preferido de los que no les gusta el pescado, es casi como un filete de carne, a mí personalmente me ha gustado mucho ya que queda muy, muy jugoso, además no suelta nada de su propio jugo, una delicia. Espero que os guste tanto como a mí, y una cosa os digo, de esta forma van a comer más cantidad y, sobre todo, sin ninguna protesta, porque parecen filetes de carne.

Ingredientes:

Filetes de emperador

Pan rallado

Sal

Aceite de oliva virgen extra

Vamos a dejar los filetes limpios de su piel, para ello utilizaremos unas tijeras. Sazonamos el pescado por ambos lados.

Ponemos en una sartén un chorro de aceite, lo justo para que ambos lados del pescado  queden cubiertos con una pequeña capa de aceite. Si tenéis el aceite en un envase de spray mucho mejor, así lo rociáis previamente para que quede una fina capa de aceite antes de ponerlos en la plancha o sartén caliente.

Pasamos los filetes por el pan rallado, han de quedar cubiertos con una capa fina de pan rallado.

Ponemos la sartén o la plancha a calentar, cuando ésta esté caliente pondremos los filetes por un lado y rápidamente les damos la vuelta para que queden cubiertos ambos lados con esa capita de aceite. Los dejamos un minuto o minuto y medio, dependiendo del grosor, hasta que se hayan dorado por ese lado.

Les damos la vuelta y los dejamos lo mismo por el otro lado.

Sacamos y servimos. Se puede ver en el corte que he hecho que la carne del pescado queda jugosa, y como habéis visto no suelta nada de agua, que suele pasar cuando se hace a la plancha, y por ello luego suelen quedar más secos.