Este entrante, aperitivo, ración, se diga como se diga, es un clásico, ¿a quien no le gustan las gambas al ajillo?, imagino que a poquita gente, a mi y en mi casa nos encanta a todos y es que están tan ricas. Se hacen en muy poco tiempo y son muy fáciles de hacer, eso sí, hay que estar pendientes de su elaboración desde su comienzo, ya que se hacen, como he dicho, muy rápido y si se hacen más de la cuenta las gambas no estarán jugosas. Las gambas han de ser de un tamaño mediano-grande, la gamba para la plancha es la mejor, pero se puede optar por los gambones, en este caso hay que poner más cantidad, ya que al ser tan grandes en esta cantidad que pongo serían muy pocos, quedaría una cazuela con pocas piezas, y, dependiendo de los comensales, es posible que solo se puedan tomar un par de gambones.
Ingredientes:
350g de gambas
Aceite de oliva virgen extra
2 dientes de ajo
1 o 2 guindillas
Sal
Utilizaremos una cazuela de barro, es el recipiente típico donde se hace y se van a presentar así a la mesa, eso sí colocando un salvamanteles porque está la base muy caliente. Vamos a echar un chorro de aceite, que cubra el fondo. Pelamos los ajos y los laminamos. Los echaremos con el aceite en frío y el fuego suave, de esta forma se irán dorando poco a poco, junto con las guindillas.
Por otro lado pelamos las gambas, y en cuanto los ajos estén dorados las echamos. Añadimos un poco de sal y removemos inmediatamente apenas unos segundos, o hasta que estén hechas, que es en muy poco tiempo. En cuanto se queden encogidas, como cerradas ya están listas. Podemos optar por echarlas removerlas, retirarlas del fuego y tapar, de esta forma se irán haciendo mientras se llevan a la mesa.
Servir inmediatamente.
Pa’ mi no es un entrante. Comido con pan, es mas que suficiente. Claro que depende de la cantidad de camarones que le toque a cada quien. Me has hecho recordar mis 22 años: habia un restaurancito español cerca de la oficina y hacian los camarones al ajillo o enchilados (con salsa de tomate) y la cazuela de mariscos o de mero para chuparse los dedos. Y estos tambien, claro está.
Digo entrante porque es para varias personas, a veces más a veces menos, pero según los que seamos así es de cantidad. Por supuesto que si fuera para uno solo, con una ensalada para acompañar al plato, es perfecto. ¿No recuerdas como se llamaba?.