Los bizcochos se pueden hacer de mil formas, éste es uno más, con manzana rallada. Cuando a los bizcochos se les añade fruta suelen quedar más húmedos, debido a la fruta, pero además de ser un aporte muy bueno de fruta, lo que se preparan en casa son muy sanos. He utilizado esta manzana pero podéis emplear la que más os guste.

Ingredientes (la medida es la de un vaso pequeño, que es justo la mitad de un vaso de los de agua):

2 manzanas Gran Smith

4 huevos

2 vasitos pequeños de azúcar

1 cucharada pequeña rasa de canela

1 vasito de leche

1 vasito de aceite de girasol

3 vasitos de harina

1 sobre de levadura en polvo

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En primer lugar echamos en un bol los huevos, el azúcar y la canela (la canela es al gusto, se puede añadir más o menos, e incluso no ponerla). Batimos hasta que los ingredientes queden bien mezclados.

Por otro lado pelamos las manzanas y las rallamos finamente con un rallador. Las incorporamos al bol.

Añadimos la leche. Mezclamos.

Añadimos el aceite. Mezclamos.

Incorporamos la harina tamizada junto con la levadura y mezclamos bien hasta que esté todo como una crema fina.

Engrasamos un molde y lo espolvoreamos de harina, o bien como en este caso forramos el molde con papel de horno. Volcamos la masa y lo metemos al horno, que estará precalentado entre 180ºC a  200ºC.

Dejamos que se cueza durante unos 40 a 50 minutos, dependiendo del molde y del calor del horno. Comprobad a los 40 minutos y si la aguja sale limpia es que ya está listo, sino lo dejáis esos 10 minutos más.

Sacar y dejar enfriar un poco. Al tener el papel el bizcocho saldrá sin problemas del molde. Así como a la hora de cortarlo, dejadlo con el papel para que se mantenga mejor.