Los champiñones al ajillo es un receta clásica, pero que a más de una persona le va a venir bien saber cómo se hacen. Es sencilla, rápida y muy rica, y sirve como entrante, ración, pincho, o como acompañamiento, tanto a carnes como a pescados. Que os aproveche.
Imgredientes:
500g de champiñones
5 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
5 dientes de ajo
2 guindillas (optativo)
Perejil
Chorrito de zumo de limón
Sal
.
Los champiñones han de estar bien blancos, que no tengan manchas oscuras, la parte inferior bien cerrada, cuando los encontramos abiertos es que ya no son tan frescos, según van pasando los días se van abriendo. Limpiamos los champiñones, cortando primero la base terrosa del pie o tallo, si tiene tierra, y, aunque no la tenga porque se han comprado en bandeja, es preferible quitar esa capa que ya está un poco oxidada. A continuación bajo el chorro de agua fría y colocándolos con el tallo hacia abajo, los limpiamos, frotando con los dedos, para quitar la posible arenilla que tenga. Los pondremos a escurrir en esa misma posición. Si son pequeños los podemos dejar enteros o partirlos en dos, si son grandes los cortaremos en cuatro.
En una sartén ponemos el aceite. Pelamos 4 dientes de ajo y los laminamos. Ponemos la sartén con los ajos y las 2 guindillas a fuego moderado, que se doren los ajos suavemente. La guindilla es opcional, pero le da un buen toque a los champiñones, también se puede poner más cantidad de guindilla si os gusta más picante, así como más cantidad de ajo, al gusto.
Cuando se hayan dorado los ajos ponemos los champiñones, añadimos el zumo de limón (como media cucharada) y, ya a fuego vivo, los vamos salteando durante 8 minutos.
Laminamos el otro diente de ajo, picamos el perejil, una cucharada más o menos, y añadimos ambas cosas. Me gusta ponerle un poco de ajo crudo hacia el final porque le da un punto muy bueno. Sazonamos con sal, para esta cantidad con media cucharada pequeña y rasa es suficiente, pero siempre se puede poner algo más si véis que han quedado algo sosos. Rehogamos un par de minutos más y ya están listos.
Los pasamos a una cazuela de barro y servimos bien calientes. Se pueden hacer con antelación y calentar luego en el microondas.
Certifico y garantizo que la receta de Dela es buenísima. Como la hago desde hace mucho tiempo (¿cuántos años hacen ya que nos conocemos, Dela?) he adquirido respecto a la receta algunas malas costumbres. Por ejemplo:
– para este plato, trato de comprar una bandeja de hongos pequeños. Si hay grandes los reservo para otro plato
– para evitar en lo posible salpicaduras de aceite (aunque por lo general uso mantequilla), después de lavar los hongos los seco con un paño de cocina
– como no me gusta encontrar pedacitos de ajo, los majo y echo a freír cuando los hongos están a media cocción
– a veces me entusiasmo, añado un poquito de vino blanco y crema de leche o queso crema, en cuyo caso los como sobre pan tostado o pequeños rectángulos de hojaldre hechos con una làmina de esa pasta cortada antes de hornear 😉
Muchos, antes del cambio de siglo, me parece recordar, cuando se comenzó con lo de internet y los foros de cocina. Y, por cierto, no son malas costumbres, son consejos, son cambios con respecto a la original, pero eso lo hacemos todos.
yO los hago igual,pero al final un chorrico de coñac,y a cocer,Este es el estilo murciano,,,bssss
La alegría de los champis, no hay nada como un chorrito de alcohol para alegralos. Jajajaja