Las verduras no hay que dejar de comerlas, y se pueden hacer de mil formas, hasta encontrar una que nos guste (o varias). El resultado de esta receta es sorprendente, está deliciosa, es fácil de hacer y son solo dos ingredientes que combinan muy bien. Las cantidades son para una persona, y con un filete o un pescado a la plancha nos queda un menú sano y bajo en calorías.
Ingredientes (para 1 persona):
200g de judías verdes
100g de gulas
1 ó 2 dientes de ajo
1 guindilla de cayena (opcional)
1 cucharada pequeña rasa de sal
4 cucharadas de aceite virgen extra
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Lavamos las judías y les quitamos los dos extremos. Las vamos cortado en trozos de unos cinco centímetros, que a su vez los cortaremos a lo largo por la mitad. En una cacerola ponemos las judías, las cubrimos con agua y le añadimos la sal. Dejamos cocer durante unos 20 a 30 minutos, dependiendo del gusto de cada uno, si las queremos más o menos cocidas. Las escurrimos y reservamos.
Pelamos y laminamos los ajos. En una sartén ponemos 3 cucharadas de aceite y doramos las láminas de ajo, a fuego lento. Cuando estén dorados añadimos las judías verdes y las rehogamos durante 3 minutos. Personalmente me gustan los ajos fritos, y para que no pierdan su crocante los retiro antes de ponerle las judías, así no se ablandan y como el aceite ya ha absorbido el sabor de los ajos no hay problema.
Abrimos el paquete de gulas y las sazonamos ligeramente. Las añadimos a las judías verdes.
Mezclamos bien ambos ingredientes y seguimos rehogando uno o dos minutos más.
Pasamos las judías verdes con gulas a un plato y le añadimos la otra cucharada de aceite. A las verduras una vez preparadas el aceite en crudo le da otra categoría, quedan geniales.
Les ponemos los ajitos por encima si los hemos retirado anteriormente.
MERCEDES: Me encantan las judías verdes con gulas.