Estas conchas, que no dejan de ser casi como unas magdalenas, pero en otro formato, son estupendas, tanto para el desayuno como para tomar por la tarde cuando apetece un dulce. Al ser el molde de silicona no he puesto el grill, pero si os gustan un poquito más doradas no dudéis en ponerlo. Las pasas al estar maceradas en ron miel, que bien puede ser solo en ron si no tenéis esta bebida, que por otro lado os recomiendo, se pueden macerar en otro licor o incluso en zumo o leche si pensáis que es mejor porque hay niños, pero la cantidad no es tanta y le da un rico sabor. Los piñones son la parte crujiente, y se puede cambiar por otros frutos secos, esto no hace falta que os lo diga, ya que podéis tunearla a vuestro gusto.
Ingredientes:
350 g de harina
1 sobre de levadura
4 cucharadas de azúcar
150 g de mantequilla
100 g de piñones
2 cucharadas de pasas
1 cucharadita de vainilla
Ron miel
1 vasito pequeño de leche
Azúcar glas
Ponemos en una taza las pasas con el ron miel a macerar, justo hasta que las cubra. Las dejamos hasta que queden bien empapadas del licor, que casi lo va a absorber del todo.
En una sartén ponemos los piñones a que se doren ligeramente, hay que estar removiendo para que no se quemen, y la temperatura que no sea muy fuerte, es preferible lento pero seguro.
Mientras, ponemos en un bol la harina y la levadura tamizadas, junto con el azúcar.
Luego añadimos la mantequilla, que estará a punto pomada, muy blanda.
A continuación añadimos las pasas con el licor.
Incorporamos la vainilla.
Y también la leche. No la pondremos toda, posiblemente incluso haya que poner algo más.
Y, por último, los piñones.
Amasamos todo hasta que se queden bien mezclados todos los ingredientes. Vamos ajustando la masa con la leche, ha de quedar una masa blanda que no se pegue a las manos.
Tomamos porciones y las vamos poniendo en los moldes.
Metemos al horno, precalentado previamente, a 200ºC durante unos 15 a 18 minutos.
Las sacamos y dejamos que se enfríen un poco.
Las ponemos azúcar glas por encima al gusto.
Podéis ver que quedan jugosas en el interior.
Guardar en un recipiente hermético para que duren más tiempo.