He pensado que si hay dulce de leche por qué no hacer dulce de horchata. Pues ha quedado muy rica, y para los que les guste la horchata ya sabéis, a hacerla para tomarla con una tostada, o con lo que se quiera. Además de poder utilizarla para otras recetas. A la hora de hacerlo hay que tener la precaución de no poner el fuego alto, debe de hervir de una forma suave, y además estar removiendo para que no se pegue al fondo de la cazuela, sobre todo cuando va espesando. Una vez lo retiremos del fuego hay que seguir removiendo un poco, y veremos cómo espesa un poco más.
Ingredientes:
Horchata
Ponemos la horchata en una cacerola. La ponemos al fuego. Yo no hago mucha cantidad, así se consume en menos tiempo. Siempre se puede hacer más en otra ocasión.
Os recuerdo que la cocción sea lenta.
Vamos removiendo continuamente, al principio cada poco tiempo, luego habrá que ir haciéndolo más seguido cada vez.
Cuando tenga una consistencia como unas natillas, es la hora de retirarla. Como ya os he comentado luego se espesa algo más. El tiempo dependerá de la fuerza del fuego, de si el recipiente es más o menos ancho y por supuesto, de la cantidad de horchata que pongáis a cocer.
Lo envasamos en un bote limpio, para así tenerlo en un recipiente más cómodo para utilizarlo.
Ponemos una etiqueta para saber qué es.
Con una tostada está muy buena, pero se puede utilizar para más recetas.