Las galletas son una buena opción para el desayuno, el cafetito de la tarde o para un momento en el que se quiere tomar algo dulce. Estas galletas se pueden hacer con harina normal. Hay que dejar reposar la masa, y eso hace que si nos pasamos de harina queden demasiado compactas. La harina integral va a hacer que sean más consistentes o menos finas, no sé bien cómo definirlo, por eso hay que ir poniendo la harina poco a poco, hasta que quede una masa blandita y que ya sabemos que luego con el reposo va a cuajar algo más. Se pueden poner trocitos de chocolate, por ejemplo, o frutos secos … Os lo dejo a vuestra elección.
Ingredientes:
500 g de leche condensada
350/400 g de harina integral
1 cucharada de café soluble (puede ser sin cafeína)
100 g de mantequilla
2 cucharaditas de vainilla
Azúcar glas
Ponemos la leche condensada en un bol junto con la vainilla.
Añadimos el café soluble y mezclamos muy bien. Aquí cuesta un poco mezclar el café con la leche, así que un consejo, se puede disolver el café en un poco de leche y será mucho más fácil.
Incorporamos la mantequilla en punto pomada, muy blanda, y volvemos a mezclar bien.
Vamos incorporando la harina de a poquitos y vamos mezclando. Una vez tengamos casi toda, veremos si necesita más o no, la dejamos reposar. Tiene que quedar una masa tierna, manejable y suave.
Colocamos papel de horno en una bandeja de horno, y como se puede apreciar la base de la placa está algo humedecida, de esta forma conseguimos que el papel se adhiera y mantenga algo de humedad durante la cocción. El horno ya lo tendremos encendido previamente a 170ºC.
Vamos tomando porciones de la masa y las hacemos una bola, las vamos colocando en la placa, sobe el papel de horno y, a continuación, las aplastamos un poco con ayuda de la base de un vaso, por ejemplo.
A continuación las pinchamos con un tenedor, así tienen un dibujo y el calor entrará también por esos agujeros.
Las tendremos unos 15 minutos, hasta que veamos que se han dorado ligeramente. Al ser integrales ese dorado se aprecia menos, así que es mejor ver la base de las galletas, que se vean doradas.
Las sacamos y las dejamos enfriar. Espolvoreamos con azúcar glas por encima.
Aquí las tenéis sin hacer los puntitos con el tenedor, así que podéis elegir la que más os gusten.