Mi hermana me ha dado una gallina, ya no ponían huevos y de esta forma se pueden utilizar para otros guisos. La verdad es que éstas al estar campando por el campo con toda libertad y alimentadas de una forma supersana, se puede decir que son ecológicas, pero con una musculatura muy trabajada. Las gallinas que se compran en las pollerías, de por sí tienen la carne un poco más dura que el pollo, pero estas de mi hermana más, por tanto necesita mucha más cocción. Sin embargo, si os recomiendo dos cosas, que sea con gallinas de pollería o hacerlo con pollo de corral, porque la carne quedará más jugosa que la gallina. El sabor del guiso es exquisito, realmente muy rico, os recomiendo hacer esta receta, os va a encantar.

Ingredientes:

1 gallina troceada (o pollo de corral)

1 vaso de vino tinto

1 cebolla

1/2 puerro

2 zanahorias

3 dientes de ajo

2 hojas de laurel

10 o 12 granos de pimenta negra

1 poquito de perejil

2 cucharadas de tomate frito

Harina para rebozar

Sal

Aceite de oliva

Patatas fritas para acompañar

Una vez troceada la gallina, la ponemos sal y la enharinamos ligeramente, para ello yo utilizo una bolsa con harina, pongo la gallina dentro y sacudo la bolsa bien cerrada. De esta forma las piezas que metemos van a impregnarse con la harina justa, luego siempre podemos sacudir un poco cada una de ellas para quitar el posible de más que puedan tener.

En la olla exprés ponemos un poco de aceite y doramos la carne.

Reservamos.

Pelamos, lavamos y troceamos las verduras.

Las añadimos a la olla junto con las especias. Rehogamos durante unos minutos.

Incorporamos el tomate frito.

Añadimos el vino.

Por último echamos la gallina. Cubrimos de agua, ponemos un poco de sal, cerramos bien y dejamos cocer una hora.

Probamos la carne y el caldo, en ambas cosas vemos si necesita más cocción o sal. Hay que tener en cuenta que luego la salsa la vamos a reducir, así que no añadir sal en exceso.

Una vez que está a nuestro gusto, retiramos la carne.

Dejamos que se enfríe el caldo y quitamos toda la grasa.

Lo colamos dejando solo el líquido.

Volvemos a poner el caldo y la gallina a cocer. Esta vez sin tapar. Vamos dejando que cueza un buen rato para que la salsa reduzca y espese un poco.

Hacemos unas patatas fritas para acompañar el plato, yo las he preparado en dados. Ya tenemos el plato listo, con una buena pieza de pan, y a comer.