El pollo es una carne que se puede hacer de mil formas, es tierna, tiene poca grasa y, además, es económica. No siempre es temporada de setas, y utilizar las setas deshidratadas es un buena opción, aunque siempre tenemos las de cultivo, e incluso los champiñones. El curry le da ese toque especial, es una mezcla de especias, y muy típico en la cocina india, pero hoy en día ya es muy conocida y está en muchas de las cocinas del mundo.
Ingredientes:
1 kg de pollo (cuartos traseros)
50 g de setas deshidratadas
1 cebolla
2 dientes de ajo
1 vaso pequeño de sidra natural
1 cucharada pequeña de harina
1 cucharada pequeña de curry
Sal y pimienta negra
Aceite de oliva virgen
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En primer lugar ponemos las setas a remojo en agua templada durante 15 minutos.
Mientras, vamos sazonando el pollo troceado con sal y pimienta recién molida. Utilizo los cuartos traseros porque son más tiernos. En la misma olla en la que vamos a guisar el pollo ponemos un poco de aceite, que cubra ligeramente el fondo de la misma, y doramos el pollo por todos los lados.
Añadimos el ajo picado y removemos unos segundos.
Pelamos la cebolla y la cortamos en dados pequeños y la añadimos al guiso. Rehogamos de nuevo el conjunto durante dos o tres minutos.
Incorporamos la harina y dejamos que se cocine durante medio minuto.
Echamos la sidra y dejamos un minuto para que se evapore el alcohol. Si no se tiene sidra se puede utilizar vino blanco.
A continuación añadimos el curry. Esta especia es muy especial, a mi me gusta darle un toque, que le de el sabor sin quitarselo al resto de ingredientes, pero cada uno puede poner la cantidad que más le guste.
Por último añadimos las setas añadiendo el agua en la que han estado hidratándose.
Cubrimos, si fuera necesario, con agua templada, pero no en demasía. Añadimos una cucharada pequeña de sal y dejamos cocer hasta que la carne esté tierna, alrededor de una hora, quizás un poco más.
Servimos en el plato un poco de pollo con su guarnición, es decir, con las setas, y un poco de la salsa o caldo que tiene el guiso.