Estamos en un tiempo que apetece una sopa, calentita, reconfortante y rica. Esta sopa de pollo con arroz es plato único, con una ensalada y fruta después, estamos más que satisfechos. Es además un plato que con pocos ingredientes da para varios comensales, así que es económica y también podéis hacerla con pavo, que es muy similar. Es un plato que se puede preparar el día antes y poner el arroz en el último momento.
Ingredientes (para 2 o 3 personas):
- 1 kg de muslos de pollo
- 1 carcasa de pollo
- Arroz
- 2 zanahorias
- 1 puerro (sólo la parte blanca)
- 1 hoja de laurel
- 2 o 3 dientes de ajo
- 12 granos de pimienta negra
- Sal
Ponemos en la olla exprés la carcasa con el laurel, los ajos y la pimienta. Echamos agua que cubra bien, más o menos por encima de la mitad del recipiente. Dejamos cocer durante 1 hora aproximadamente. Sacamos todo y dejamos el caldo limpio. Yo suelo poner las especias en una bola de las que se usan para poner las hierbas para hacer infusiones, de esta forma no he de colar el caldo, y es bueno para otros guisos, así se «pesca» con facilidad a la hora de retirarla.
Tenemos ya preparados los ingredientes para comenzar el plato.
Cortamos las zanahorias y el puerro de un tamaño pequeño. Lo añadimos al caldo.
Así como los muslos de pollo.
Dejamos cocer, y vamos quitando la espuma que se forma en la superficie. Cuando ya no salga más, añadimos una cucharadita rasa de sal, tapamos y dejamos cocer unos 40 a 50 minutos.
Probamos de sal y rectificamos. Añadimos el arroz. Todo dependerá del caldo que haya, pero si hay caldo suficiente, más de lo que se necesita, porque así lo hemos querido, tendremos una sopa de arroz para el día después, aunque no tenga pollo, o utilizamos la carne que hay en la carcasa para la sopa del día siguiente. Una taza de arroz es suficiente para dos personas, la proporción de caldo tiene que ser tres veces más que de arroz. Dejamos cocer a fuego suave durante 15 minutos.
Podemos presentar de dos formas el plato. Una con los muslos enteros. Dependiendo de lo que coma cada uno pueden ser uno o dos, e incluso tres muslos por persona.
La otra forma es quitar toda la carne de los huesos de los muslos y trocearla. Si no vamos a utilizar la carne que tiene la carcasa, que hemos utilizado para hacer el caldo previo, y que se puede utilizar para el día después como he comentado, añadirla también con el resto de los muslos, de esta forma los platos serían para más personas.