En Canarias son papas y no patatas, y creo que tienen razón, me gusta mucho más, pero al llevar toda la vida diciendo patatas se me hace imposible mencionarlas como papas. Hay una historia de por qué se le cambió el nombre de papa a patata, no sé si será cierta, y es porque la iglesia dijo que Papa sólo había uno, así que se tuvo que cambiar. Es difícil de encontrar las patatas típicas para el mojo, aunque ahora es más posible de conseguirlas que antes. En el mercado, no obstante, el tendero siempre os puede aconsejar qué patata es la mejor para hacerlo, como veis son pequeñas, y se hacen y se comen con su piel, así lo hice yo. Si seguid el paso a paso, veréis que es sencillo, y os quedarán muy ricas.
Ingredientes:
Papas (para hacer las Papas Arrugás o similares)
Sal gorda
Lavamos bien las papas.
Ponemos en la olla donde se van a hacer un poco de agua, como dos dedos de agua. Cuando rompa a hervir echamos la sal, como si fuera agua de mar, de hecho creo que allí se hace así.
Añadimos las papas. Podéis ver que no las cubre el agua.
Ponemos un paño y tapamos con la tapadera.
Dejamos cocer suave durante unos 18 minutos. Vemos que ya casi no tienen agua.
Ahora se tapa solamente con la tapa, agarramos ambas asas de la cazuela y comenzamos a hacerlas “saltar”.
Hacemos el paso anterior hasta que se arruguen ligeramente. Se quedarán blanquecinas por el efecto de la sal.
Listas para degustarlas con el Mojo Rojo.