Os dejo con otra receta de mi hermana. Estas cocochas están deliciosas, y para ahora que se acercan estos días, es un plato ideal. El plato no es complicado de hacer, lo complicado es conseguir las cocochas, que no es fácil de encontrar en muchos sitios. Pero si lo conseguís no dejéis de prepararlas, para que veáis lo ricas que están. Las guindillas pueden ser grandes, pero no “matonas”, es decir, que no son muy picantes, a veces las hay pequeñas que esas sí que pican mucho más, así que hay que tener esto en cuenta. Para aquellos que no les guste el picante que no la pongan.

Ingredientes:

500 g de cocochas

4/5 dientes de ajo

Guindilla

Harina

Caldo de los espárragos de bote

Aceite de oliva virgen extra

Sal

Lavamos las cocochas, que escurran y reservamos.

Pelamos y cortamos los ajos en láminas. Ponemos en una sartén amplia un buen chorro de aceite. Incorporamos los ajos con las guindillas y dejamos que se doren.

Añadimos una cucharadita de harina y rehogamos un minuto o dos.

Una vez que se han dorado añadimos las cocochas. Volvemos a rehogar de nuevo.

Incorporamos un poco de sal. Luego se probará al final la salsa, si fuese necesario se añade más sal.

Para esta cantidad de cocochas utilizó el caldo de estos dos envases de espárragos. Los espárragos los puso como uno de los entrantes con una salsa de mayonesa casera, preparada por ella, de esta forma los utiliza en el mismo día.

Se echa el caldo de los espárragos a las cocochas. Se remueve y se deja cocer hasta que la salsa espese justo como deseamos que quede. En un principio no poner todo el caldo, por si acaso, siempre hay tiempo de añadir más.

Servir recién hechas y bien calentitas.