Es cierto que los purés se pueden hacer con muy diferentes ingredientes, este es uno de ellos. Son comidas ligeras y suaves, son buenos como un primer plato al mediodía o bien para cenar, y que le va a venir muy bien al cuerpo. Digestivos y muy sanos, no aportan muchas calorías, a no ser que se les añada ingredientes grasos, como pueden ser los quesos y las natas. Este no es el caso, así que es bueno para las personas que quieran adelgazar o hacer una dieta ligera.
Ingredientes:
1/4 de judías verdes
1 puerro
4 hojas de lechuga grandes
2 patatas
3 zanahorias
2 dientes de ajo
Sal
Aceite de oliva virgen extra
Ponemos en la misma cacerola en la que se va a hacer el puré, un poco de aceite. Pelamos y laminamos los ajos y los doramos ligeramente en el aceite, que no esté muy caliente el aceite porque se queman los ajos y el puré ya no sabe igual.
Limpiamos los puerros, quitando la primera capa, y lavándolo bajo el chorro para quitar las impurezas. Lo cortamos en rodajas y lo añadimos a la cazuela. Vamos rehogando.
Pelamos las patatas y las zanahorias, las lavamos y cortamos en trozos las patatas y en rodajas gruesas las zanahorias. Las incorporamos a la cacerola. Vamos removiendo el conjunto.
Quitamos los extremos a las judías verdes, las lavamos y las troceamos. Las echamos y seguimos rehogando.
Lavamos bajo el chorro de agua las hojas de lechuga, las troceamos y las añadimos al guiso.
Ponemos una media cucharada de sal. Cubrimos con agua y dejamos cocer durante 35 a 45 minutos.
Batimos bien, que quede un puré fino y liso, sin que quede nada sin batir.
Listo para servirlo. Se puede hacer más cantidad y guardar en el frigorífico por dos o tres días.