Es tiempo de esta fruta, así que vamos a aprovechar la temporada para hacer una rica mermelada. No son complicadas de elaborar, como cualquier otra receta lleva su tiempo, y a veces merece la pena hacerla.

Ingredientes:

1’250 kg de ciruelas

750 g de azúcar(aproximadamente)

Zumo de 1/2 limón

Éstas son las ciruelas, que podéis ver en la foto, las que he utilizado yo.

Lavamos, pelamos y quitamos el hueso y el rabillo a las ciruelas. Podemos optar por dejarlas sin pelar, pero en esta ocasión las he pelado.

Las ponemos a cocer a fuego lento en una cacerola con un poco de agua, para que no se peguen en el fondo del recipiente, y removemos continuamente con una cuchara de madera.

Durante la cocción saldrá una espuma, hay que ir quitándola durante este proceso.

Cuando estén blandas las retiramos y las pasamos por el pasapurés de rejilla gruesa. Si os gusta encontraros con los trozos de la fruta, ir machacando la fruta mientras se va cociendo y la dejáis tal cual. Si se ha optado por dejar la piel entonces sí que hay que pasarla por el pasapurés.

Una vez hecho este paso, pesamos la fruta y pondremos de 750 a 800 gramos de azúcar por kilo de fruta, dependiendo si os gusta más o menos dulce. La fruta al cocer merma, así que se hará una regla de tres, es decir, si F es el peso de la fruta, sería Fx750 (o 800) dividido entre 1000. El peso que yo he obtenido después de cocida la fruta es justo de 1 kilo, si por ejemplo la fruta que se obtiene ya cocida es de 650 g, la proporción sería de 650×750 dividido entre 1000, que sería de 487’5 de azúcar. Así pués, añadimos el azúcar y el zumo.

Ponemos a cocer de nuevo durante 15 a 20 minutos, a fuego suave, cuidando de remover a menudo para que no se pegue y quitando la espuma que se pueda seguir formando en la superficie.

Una vez pasado este tiempo ponemos una cantidad pequeña en un plato, para ver la consistencia que tiene la mermelada. Para saber si está ya hecha haremos una separación con la cuchara en esta cantidad, si tarda la marca que hemos hecho en la mermelada un poco en unirse es que ya está lista.

Envasamos llenando el bote hasta el borde y cerramos en caliente. Los colocamos con la tapa hacia abajo hasta que se enfrien. Simplemente así duran dos o tres meses en la nevera, pero si no se van a consumir pronto o se quiere hacer más cantidad hay que ponerlos, una vez cerrados, en la olla a presión, cubiertos de agua y dejarlos cocer durante 30 a 40 minutos. Para que no se rompan dentro de la olla es conveniente poner papel de periódico en el fondo, laterales y entre ellos. Luego dejarlos enfríar en ese mismo agua y guardar en un lugar oscuro, fresco y seco, como las antiguas despensas de los pueblos. Yo voy haciendo pocas cantidades, la guardo en la nevera y así voy haciendo cada vez de un sabor distinto y no nos cansamos de consumir siempre la misma.

Podemos ponerle una etiqueta en los frascos, decorarlas con un trozo cuadrado de tela encima de la tapa y sujeto con un cordel o una goma, ideales para regalar, quedaríais muy bien. La foto es la que está arriba.