La mermelada de tomate es una de las mermeladas más fáciles de hacer, una vez hecha no parece tomate. Para aquellos que tengan huerta es una manera de utilizarlos y así tener este dulce, se puede conservar durante varios meses. Con queso de cabra queda una deliciosa combinación (esta es la receta), con tostadas, bizcocho, …
Ingredientes:
1 kg de tomates rojos y maduros
500g de azúcar
Zumo de un limón
Hay que tener en cuenta que la proporción de 1 kg de Tomate – 1/2 kg de azúcar es porque una vez limpios los tomates de su piel, del pedúnculo y de las semillas, el peso sería de 500 gramos más o menos, así que si pesáis los tomates es, o bien con todo, que sería un kilo, o limpios totalmente, que sería medio kilo.
Los tomates deben estar maduros, rojos, carnosos, pero no blandos.
Lavamos los tomates, los pelamos, y les quitamos las semillas.
Los troceamos y los ponemos en una sartén sin nada durante unos 20 minutos a fuego medio.
Se van removiendo y machacando con la espumadera.
Se pasan por el pasapurés.
Se pasa a una cacerola y se le añade el azúcar.
Se vierte el zumo de limón. Dejamos cocer a fuego lento durante 30 a 40 minutos, dependiendo de cómo os guste de espesa, hay que ir removiendo a menudo con una cuchara de madera.
Para hacer una prueba de cómo está espesando se pondrá un poco en un plato, se deja un minuto y luego se inclinará para comprobar que lento va cayendo.
Otra manera es pasar una cuchara por en medio de la mermelada, si ésta no se vuelve a unir, ni cambian los bordes de la separación es que está lista.
Para envasar la mermelada no es necesario cocer los tarros al baño María. Nada más retirar la mermelada del fuego se llenarán los frascos (yo utilizo frascos pequeños, así se consume antes, de forma que es más seguro), hasta el borde, se golpea la base para que no quede ninguna burbuja ni espacios sin rellenar.
E inmediatamente se tapan y se colocan boca abajo. Se dejan así hasta que se enfrían totalmente.
Yo como hago pequeñas cantidades los guardo en la nevera. Si se tiene un lugar en la casa que sea fresco (suele haberlos en las casas antiguas de los pueblos) es un sitio perfecto. Si se hacen grandes cantidades para tener para varios meses, entonces es mejor cocerlos al baño María.
Hola:
Me gusta mucho la mermelada de tomate así es que, en cuanto tenga un momento, me voy a poner «manos a la obra»
Ya te diré como me ha salido.
Gracias.