Estas ricas empanadillas hechas al horno son realmente deliciosas. Podemos aprovechar cuando hacemos un cocido y cuando hacemos un sofrito o pisto de tomate, para hacer más cantidad. El tomate o la carne se pueden guardar en el congelador, ambas cosas congelan muy bien, y hacer las empanadillas cuando tengamos las dos cosas. De esta forma ya tenemos el segundo plato para otro día.
Ingredientes:
Carnes del cocido (pollo y morcillo)
Pimiento verde y rojo
1 cebolla
1 bote de tomate troceado
1 bote pequeño de tomate triturado
1 paquete de obleas para empanadillas
1 huevo
Aceite de oliva virgen
Sal
Azúcar
Si no tenemos hecha la salsa con anterioridad comenzaremos picando la cebolla y los pimientos (las cantidades es al gusto) y pochando todo en una sartén con un poco de aceite.
Cuando estén las verduras blandas añadimos el tomate troceado y el triturado. Añadimos un poco de azúcar, para la acidez del tomate, y sal. La salsa debe de quedar bien espesa y sin jugos.
Picamos las carnes y mezclamos muy bien con la salsa de tomate.
Vamos colocando sobre la encimera las obleas, pero sin quitarle el papel que llevan para que no se peguen. Este papel nos va a ayudar mientras las rellenamos, de forma que no se pegarán en la superficie y no la mancharemos. Una vez colocadas todas las obleas iremos repartiendo el relleno.
Las cerramos y las sellamos con ayuda de un tenedor. Aquí podréis ver cómo se pueden cerrar con otras impresiones.
A continuación batimos ligeramente el huevo, y pintamos la superficie de cada empanadilla con ayuda de una brocha. Este paso es opcional, pero quedan mucho más vistosas y doradas.
Tendremos el horno precalentado a 200ºC. Forramos una bandeja del horno con papel de horno y colocamos encima las empanadillas. Es en este paso donde iremos quitando el papel que tenían las empanadillas.
Metemos al horno, en la posición un poco más abajo del centro. Si tenemos el horno con la posibilidad de aire, se lo pondremos, solo la base y el aire. Cuando hayan pasado 15 minutos pondremos también el grill, pero hay que estar vigilando que no se doren en exceso.
Una vez hechas las sacamos y las colocamos en una fuente. Aquí tenéis las empanadillas, con un bonito dorado.
