Esta vez voy a encamisar el molde de una manera más rápida y más cómoda y fácil.
Cortamos papel de horno del tamaño del molde o un poco mayor, para que cubra también los lados. Lo mojamos bajo el chorro de agua.
Lo escurrimos y lo extendemos en el molde.
Ya se puede echar la masa para hornear.
No solo es rápido de hacer, sino que luego el molde queda prácticamente limpio, y a la hora de poner el bizcocho, la tarta, o lo que hayamos preparado, se quita con tal facilidad el papel que apenas hay que hacer esfuerzo alguno.
Una idea estupenda. Siempre lo pongo en seco, no sabía que aguantaría el remojo, vamos que ni se me había ocurrido, vaya 🙂
El papel es como el papel encerado? ME GUSTA MAS QUE MUCHÌSIMO EL MÈTODO PERO NO SE SI SIRVE PARA LO QUE USAMOS AQUI Y PERDONA LAS MAYÚSCULAS, PERO SI ME VIERAS ESRIBIENDO CON EL TECLADO LEVANTADO A LA ALTURA DE MI NARIZ Y SUJETO CON LA MANO IZQUIERDA, SE QUE ME PERDONARÌAS
Veo tus recetas aunque y me gustan.
Muy buena ídea eata de forrar el molde, la pondré en práctica. Gracias,un besito.
!Qué idea más original!, a veces me tengo que pelear con el papel, pero ahora ya se como ganarle la partida. Gracias.Isabel
Me alegro de que este consejo os haya gustado, la verdad es que así es comodísimo desmoldar, y lo limpio que queda el recipiente, se frega en un pis-pa. Sí, Olmar, estás perdonada, luego te escribo. Y sí, es como un papel encerado, como un papel cebolla grueso, es un papel vegetal tratado, sulfurizado, …. he ido a leer si ponía algo en la caja, pero no pone nada.