Esta crema tan rápida y fácil de hacer la podemos hacer con otros quesos de este tipo, como pueden ser el de roquefort, gorgonzola o el queso azul, por ejemplo.
Las cantidades no son necesarias darlas ya que al ser tan sencillo cada uno puede utilizar la que en ese momento necesite.
Ingredientes:
Queso de Cabrales
Leche
Hay que utilizar un recipiente que luego podamos cerrar herméticamente. Sacamos el queso con antelación de la nevera para que esté a la temperatura ambiente y sea más fácil de hacer. Ponemos el queso troceado en este recipiente.
A continuación añadimos un chorro de leche (la que utilicemos normalmente en casa, aunque también podemos hacerlo con nata o yogur, pero para mí la leche tiene un sabor más neutro), con ayuda de un tenedor vamos aplastando y haciendo que la mezcla quede homogénea. La textura es al gusto de cada uno, más o menos espesa. Guardar siempre en el frigorífico.
Y ya tenemos la crema de cabrales hecha. Os recomiendo que no hagáis en grandes cantidades, así siempre la tendréis recién hecha y no corréis peligro de que se ponga mala, aunque dura varios días en la nevera.