Compré medio salmón que pesó más de dos kilos,  eran enormes, así que imaginaros cómo era de grande. Dejé la cabeza y la raspa, y una buena rodaja para hacer las croquetas. No son muy corrientes las croquetas de salmón, pero si os decidís a hacerlas os va a sorprender, quedan muy ricas, y es una manera de comer pescado, sobre todo para los niños, bueno y para los no tan niños. Y para los que las habéis probado …. ¿os gustaron?.

Ingredientes:

1 rodaja de salmón de 150 g aproximadamente

Cabeza y raspa del salmón

3/4 l de leche

175 g de harina

2 cucharadas de maicena

40 g de aceite de oliva virgen

100 g cebolla

sal

 

Ponemos en una cazuela la cabeza y la raspa del salmón con la leche, hasta que rompa a hervir y dejamos que repose hasta que se enfríe. A continuación colamos la leche y reservamos ambas cosas por separado.

Por otro lado hacemos la rodaja de salmón a la plancha, que quede jugosa, no hacerla en exceso, y dejamos que se enfríe.

Pelamos la cebolla y la picamos muy pequeño. Ponemos una sartén al fuego con el aceite, echamos la cebolla y que dejamos que se sofría lentamente. Troceamos el salmón que hemos hecho a la plancha y sacamos toda la carne a la cabeza y la raspa, con cuidado de que no haya ninguna espina.

Añadimos las harinas, y no dejamos de remover hasta que esté ligeramente tostada. Se irán formando como unas bolitas por la cebolla, solo hay que ir aplastándolas y removiendo continuamente. Según se va removiendo se formarán como unas bolas, solo habrá que ir aplastándolas con el dorso de la cuchara para que se vayan deshaciendo. Hay que tener cuidado sólo en una cosa, que no se queme la harina o se tueste demasiado. En este paso hay que estar atentos, ya que no lleva mucho aceite, hay recetas en el que se pone casi la misma cantidad de aceite que de harina, para mi es demasiado, pero el motivo es porque así no se forman grumos ni se quema la harina, pero si seguís los pasos que os digo os salen perfectas.

 

Añadimos el salmón que hemos cocido con la leche y la leche, pero no toda a la vez, ir poco a poco. Hay que ir removiendo continuamente, no importa que se deshaga el salmón, es más si no queréis encontraros con la cebolla es el momento de batir la masa, para ello pondremos en el vaso batidor la masa (aún sin hacer) y casi toda la leche que quede, una vez batido lo volvemos a volcar en la sartén y seguimos removiendo.

Añadimos el salmón a la plancha en el último momento, cuando ya esté la masa hecha, removemos bien para que queden bien integrados los trozos de salmón con la masa.

Volcamos a un recipiente y dejamos enfriar, tapándolo una vez frío y en la nevera. Es mejor dejar la masa de un día para otro o de la mañana para la tarde.

La forma de hacerlas es igual que en esta otra receta de croquetas, aquí podéis ver el proceso de darles forma y rebozarlas. Se pueden hacer las croquetas de otra forma, como podéis ver en la foto, esta vez las hice redondas, así no las confundía con las de jamón que ya tenía hechas y guardadas en el congelador, porque esta cantidad no es para comerlas en un solo día, a no ser que seamos muchos a comer. Las freímos, las dejamos reposar antes sobre papel absorbente y las servimos calientes.

Personalmente unas croquetas con un huevo frito está delicioso, y cómo no, me lo hice.