La ventresca de bonito, también puede ser de atún, es la parte que corresponde al vientre y la parte inferior de la boca, el cuello, mal dicho, pero para que me entendáis. Es para muchos, la parte estrella, que al horno queda muy buena. Esta vez he comprado un bonito entero, que siempre sale mejor de precio, y del que se va a aprovechar todo. Ya sea con tomate, con tomate caramelizado, con patatas, embotado, o, como en esta ocasión, al horno. Es curioso que las recetas de bonito con tomate y con patatas, no las tenga, y es que a veces platos tan corrientes que se hacen con asiduidad se olvidan de hacerles unas fotos para luego ponerlas, en fin, es algo que tengo que subsanar. Es un plato que se hace en muy poquito tiempo, con muy pocos ingredientes y que hay que probar.

Ingredientes:

1 ventresta de bonito

Aceite de oliva virgen extra

Ajo

Guindilla

Sal

.

No es necesario comprar el bonito entero para hacer este plato, pero si es verdad que es difícil de conseguir, ya que hay una sola pieza, aunque siempre se le puede decir al pescadero que nos la reserve. Una cosa muy importante es que ha de ser muy fresco el pescado y consumirlo casi en el mismo día para que sea perfecto de sabor.

Lavamos muy bien la ventresca y la dejamos sobre una rejilla o colador para que escurra.

En la fuente donde se va a poner la ventresca a asar, ponemos un chorrito de aceite por toda la base, así como sal.

Colocamos la ventresca, sazonamos por encima y le ponemos también un chorrito de aceite por encima.

El horno estará encendido a máxima temperatura. Metemos la bandeja dentro del horno y dejamos que se hornee por unos 15 a 20 minutos, todo dependerá de cómo os guste, pero este pescado no hay que hacerlo demasiado para que quede bien jugoso, si se deja más tiempo quedaría muy seco. También dependerá del tamaño de la pieza, ésta en concreto era grande.

Justo unos cinco minutos antes de sacar la ventresca del horno , ponemos en una sartén un chorro de aceite a calentar. Pelamos los ajos, la cantidad es al gusto, pero hay que ser generosos, siempre se pueden retirar después. Los hacemos láminas y los doramos lentamente, despacio para que queden bien crujientes. Añadimos a la sartén una guindilla, esto es optativo, pero le da un toque muy bueno al aceite, sin llegar a picar.

La pasamos a la fuente en donde se va a servir a la mesa.

Echamos los ajos dorados por encima, que vaya cubriendo todas las zonas de la ventresca.

Listo para servir a la mesa. Este plato es sacar del horno y servir inmediatamente.