La verdad es que esta sopa me trae recuerdos, la hacía mi madre a veces para cenar, es sencilla en los ingredientes pero tan deliciosa y tan fácil de hacer que parece mentira, además de sana, nutritiva y, sobre todo, barata. Una comida en la que se aprovecha el pan del día anterior, un plato de pueblo, como las migas, y que posiblemente se hará en muchos lugares de España, y, como otras muchas recetas, tendrá sus variantes, o, posiblemente, será muy similar. A aquellas personas que les guste la cuchara y quieran recordar esos sabores de antaño, les invito a que la hagan y la prueben. Seguro que muchos la conocen, y me alegro, porque eso significa que saben de lo que hablo, y los recuerdos son siempre muy entrañables.
Ingredientes para 2 personas:
1 cebolla pequeña
2 tomates maduros (o 6 cucharadas colmadas de tomate maduro troceado)
20 rebanadas finas de pan del día anterior
Pimentón
2 huevos
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Cominos (optativo)
Ponemos en una sartén un chorro de aceite, que cubra el fondo. Picamos la cebolla finamente y la añadimos. Rehogamos hasta que se ablande y dore ligeramente.
Por otro lado vamos pelando y picando los tomates. Los añadimos y rehogamos hasta que se hagan, unos 8 minutos aproximadamente.
Añadimos 1 cucharada pequeña de pimentón, si es posible de la Vera, en un lado de la sartén, removemos un poco y, seguidamente, rehogamos todo junto. Ponemos un poco de sal y 8 ó 10 cominos, más o menos, que pueden estar enteros o molidos.
Añadimos las rebanadas de pan y volvemos a remover unos segundos.
Añadimos el agua hasta que cubra el pan y dejamos cocer. Probar de sal y, si es necesario, rectificar. Dejamos cocer 10 minutos a fuego bajo, que vaya cociendo despacio.
Cuando ya esté hecha la sopa le añadimos un huevo por persona, dejamos cocer uno o dos minutos, dependiendo de cómo os guste el huevo de cuajado. Para mi gusto no hay que hacerlo demasiado, lo justo para que se cuaje un poco la clara, sin que se endurezca demasiado, porque luego el huevo se rompe mezclándolo con la sopa y queda más rico, como con la sopa castellana.
Servir bien caliente.
Tienes razón, trae recuerdos de infancia. Hace muchísimo que no como esta sopa y pienso hacerla esta semana. Seguro que está riquísima porque tiene los mismos ingredientes que le ponía mi madre. A veces nos calentamos la cabeza buscando cosas más sofisticadas y vamos olvidando las cosas sencillas llenas de sabor y salud. Gracias, guapa.
oye merce esto no es las sopitas de ajo
Las de ajo tradicionales, las de las épocas de crisis de nuestras abuelas, no llevaban ni tomate ni huevo. Los más pudientes le añadían el huevo justo antes de acabar la cocción, como en la receta de la sopa de tomate.
INGREDIENTES PARA PREPARAR SOPA DE AJO PARA CUATRO PERSONAS
Aceite de oliva (tres cucharadas soperas).
1 litro de agua.
6 dientes de ajo.
150 g. de pan.
1 cucharadita de pimentón.
Sal.
Cortamos el pan en pequeñas rodajas finas. Usamos pan del día anterior.
En una cazuela, a poder ser de barro, ponemos el aceite, lo calentamos y freimos en él los ajos, hasta dorarlos pero sin pasarse. Echamos el pan y lo sofreimos, añadimos el pimentón. Poner el agua y calentar hasta hervir. Añadir la sal al gusto y dejar hervir de 5 a 8 minutos.
Es importante echar el agua justo después del pimentón, pues de lo contrario se quemaría este y amargaría el plato.
Efectivamente Flory, éstas no son las de ajo, ya que las de ajo llevan ajo y, como bien dices, al final se le añade el huevo, e incluso se hacen con jamón serrano, ahora mismo ya es raro que no se hagan así, con el jamoncito y con el huevo. Gracias por los comentarios y por la receta.
Consuelo, a ver si pongo las que hago yo, que se hacen enseguida, no son nada complicadas y el resultado es muy rico.