Hace mucho que no pongo algo dulce, así que os dejo con esta recta. Fáciles de hacer, son unas pastas, o galletas, muy ricas, no es que lo diga yo, pero es la verdad. Me río porque cuando voy a comprar al mercado siempre pregunto ¿estarán buenas/os?, a lo que siempre contestan “de lo mejor”, y es que qué van a decir, a veces es verdad, otras no tanto. En esta ocasión os puedo asegurar que es verdad, aunque siempre dependiendo del gusto de cada uno, porque, sin ir más lejos, a mi marido no le va el coco y ni las probó, pero todas aquellas personas que las han probado, y son unas cuantas, les encantó, que por cierto espero que lo comentéis para que vean que es verdad (y por favor no me dejéis mal).
Ingredientes:
50g de coco rallado
2 huevos
100g de azúcar
100g de manteca
250g de harina
1/2 cucharada de levadura en polvo
1 cucharada pequeña de vainilla líquida
Lo primero que haremos es pesar las cantidades de cada uno de los ingredientes para así tenerlo todo listo y sea más cómodo. También prepararemos las bandejas forradas con el papel de horno. Para que el papel no se mueva o se levanten los lados, mojaremos ligeramente el fondo de la bandeja, sobre todo en puntos estratégicos, los extremos y el centro, se puede apreciar en las fotos.
En un bol mezclaremos el coco y el azúcar.
A continuación añadimos los huevos y la manteca, que estará a temperatura ambiente, a punto pomada, es decir, muy blanda. Batimos muy bien todo, que el azúcar quede bien disuelto, se pueden batir primero los huevos y el azúcar para que se disuelva mejor el azúcar.
Añadimos la vainilla. Volvemos a mezclar. Si no tenéis vainilla líquida utilizar en polvo.
Tamizamos la harina junto a la levadura y la añadiremos a lo anterior, mezclando de nuevo todo.
Ponemos la mezcla en una manga pastelera, colocamos la boquilla rizada o de estrella, y vamos haciendo rosetones, que han de estar separados ya que luego las pastas crecen, se expanden y así no se pegan unas a otras.
Las metemos al horno precalentado a 200º durante unos 15 minutos, hasta que se doren ligeramente, hay que vigilarlas, se hacen rápidamente y es fácil que se quemen.
O bien, si no se tiene una manga pastelera, se puede hacer con una cuchara, poniendo porciones separadas, luego al calentarse en el horno se expanden quedando muy bien.
Aquí tenéis la diferencia entre las que se han hecho con boquilla (a la derecha) y las que se han hecho con la cuchara (las de la izquierda), quedan más caseras o rústicas, como un poco menos iguales unas de otras.
Muy muy ricas, con el toque perfecto de coco! Habrá que probar a hacerlas en casa aunque ni me acercaré a la pedazo Chef original! 😉
Un beso!
La verdad es que todas tus recetas están buenísimas, son sencillas de hacer y para colgo te trae recuerdos de las comidas que nos hacían nuestras madres.
Sigue con ello porque nos ayudas mucho con ello, pues nos das la solución a la eterna pregunta ¿mamá que hay de comer?. Gracias por todo.