Deliciosas empanadillas que os van a gustar, sobre todo a los “queseros”, quedan muy jugosas y crujientes. Y como no son las clásicas empanadillas podemos sorprender a la familia.
Ingredientes:
1 calabacín
Queso tierno de cabra (podéis utilizar el que más os guste)
Obleas para empanadillas
Aceite de oliva
Sal
Comenzaremos pelando y troceando el calabacín en dados pequeños (se puede hacer perfectamente con la piel, personalmente me gusta). Ponemos a calentar un poco de aceite en una sartén, salteamos el calabacín y sazonamos con una pizca de sal, recordad que el queso ya le va a aportar sal. Reservamos.
Cortamos el queso en dados del mismo tamaño que el calabacín. Ponemos una cantidad de queso en el centro de la masa.
Y a continuación añadiremos calabacín.
Cerramos colocando otra oblea encima y las sellamos bien con ayuda de un tenedor, se pueden cerrar con la forma que más os guste, en esta ocasión las he hecho así.
Freímos las empanadillas en abundante aceite, ha de estar caliente pero no muy alta la temperatura para que se vayan dorando lentamente y derritiendo el queso en su interior. Una vez fritas las empanadillas las pasamos a un plato con papel absorbente para quitar el exceso de aceite y servimos. Las empanadillas se pueden hacer también en el horno, para ello las pondremos en una bandeja forrada con papel de horno y las pintaremos con huevo batido por encima. El horno precalentado a 200ºC, si es con aire mejor y las dejamos hasta que adquieran un bonito color dorado.
Todo sobre las empanadillas y algo más.