Este postre está muy bueno, y no hay que decir lo sano que es. La mezcla de queso, frutos del bosque y frutos secos casan a las mil maravillas. Tiene además de muchas vitaminas poco azúcar, la que contienen las frutas y un poquito de miel nada más. Seguro que os va a gustar a todos, a no ser que no guste el queso, a pesar de que es fresco y el que menos sabor tiene de este lácteo.
Ingredientes:
Queso fresco
Frutas del bosque (grosellas, arándanos, frambuesas, moras)
Frutos secos (almendras, piñones, nueces)
Mermelada de frutas del bosque (o el que os guste, mejor roja)
Miel
Como veis el queso es de los pequeños, pero que no sea demasiado blando, ya que se rompería al cortarlo, o al hacer la composición, e incluso al comerlo, ha de ser más consistente. Luego los hay de vaca o de cabra, personalmente me encanta el segundo. Con cada queso de estos se pueden hacer cuatro rodajas, es decir, que sería para dos personas, ya que el postre llevará dos rodajas por plato.
Colocamos una rodaja en el plato donde vamos a presentar el postre. Colocamos un poco de cada fruta en el plato, una representación de lo que va a llevar.
Ponemos una base de mermelada sobre el queso y encima vamos colocando los frutos secos y frutas del bosque.
Hasta que veamos que es suficiente y ya tiene de todo un poco.
Colocamos otra rodaja encima y, sobre ella ponemos un poco de lo anterior, pero ya no tanto. Terminamos con un hilo de miel por encima de todo. Y, como habéis visto, he puesto un bombón también, para darle un toque de chocolate.