Esta vez sí que os he puesto un postre que es súper fácil. Para los amantes del chocolate, un postre con su porción de fruta incluida, que no necesita horno, que se hace en muy poco tiempo, en el que los niños pueden ayudar a hacerlo, un montón de cosas positivas. Pero es que además está muy rico, no es dulzón. No es un flan, ya que no tiene huevos, pero tampoco es la consistencia de un flan. Os invito a que lo hagáis y lo probéis, ya me contaréis qué tal.
Ingredientes:
4 manzanas
1 tableta de chocolate para postres (negro)
Cacao en polvo (para decorar)
Chocolate líquido (para decorar)
Lavamos las manzanas.
Las troceamos. Tapamos bien el bol con film transparente. Las introducimos en el microondas, a máxima potencia, durante 8 a 10 minutos.
Mientras troceamos el chocolate. He utilizado chocolate negro, 70% de cacao, pero se puede utilizar el que más os guste o incluso mezclarlos. Lo derretiremos en el microondas por períodos pequeños y a temperatura media-baja. Hay que tener cuidado porque el chocolate se puede quemar y ya no vale para nada, por eso hay que hacerlo lento, pero es mejor.
También vamos preparando el molde que vamos a utilizar, forrándolo con film transparente, de esta forma su desmoldado es más fácil y mejor.
Sacamos la manzana, destapamos y dejamos que se enfríen un poco.
Vertemos el chocolate derretido sobre el bol de las manzanas.
Batimos con la batidora, que no se tardará ni un minuto.
Pasamos al molde, tapamos bien con film y metemos en el frigorífico. Se puede preparar con antelación, pero si se hace para el mismo día hay que dejarlo un par de horas, o algo más, a que se enfríe y cuaje bien.
Desmoldamos la tarta de chocolate y manzana en una fuente. Al tener el film ha sido muy sencillo desmoldarla.
Decoramos con el cacao en polvo. Con ayuda de un colador, pondremos una cucharada de cacao en él e iremos espolvoreando por toda la superficie de la tarta. A continuación le ponemos unos hilos de chocolate derretido. Se puede acompañar con nata o con una bola de helado. Al ser un postre consistente con una porción pequeña es suficiente, ya que siempre se puede repetir.