Albóndigas de Pollo y Queso en Salsa de Tomate

Las comidas preparadas con carne picada suelen gustar mucho, además de que los niños y las personas mayores las comen muy bien ya que no hay que masticar demasiado. Estas albóndigas se pueden preparar el día antes, de forma que no sólo nos deja la mañana libre sino que van a estar mucho más ricas porque van a mezclarse muy bien los sabores. Es un plato ideal para llevar en un recipiente hermético y calentarlas después en el microondas. Con una ensalada para acompañar, ya tenemos el menú completo, solo habrá que añadir una o dos piezas de fruta o el postre que más os guste.

Ingredientes:

500 g de pollo picado

1 diente de ajo

Perejil picado

1 huevo

10 a 15 g de miga de pan

50 g de leche

1 cucharadita de soja

Pimienta negra

Pizca de azafrán o de colorante (al gusto)

1/2 cucharadita de sal

Aceite de oliva virgen extra

150 g de tomate triturado

1 cebolleta mediana

3 cucharadas de parmesano rallado

1 cucharada de ketchup

Comenzamos poniendo en un bol el huevo, 1/3 de la cebolleta picada finamente, así como el ajo y el perejil, la miga de pan remojada previamente en la leche, la sal, la pimienta negra recién molida, la soja y el azafrán o colorante. Mezclamos bien todos los ingredientes.

Incorporamos la carne picada de pollo y el queso parmesano. Mezclamos de nuevo todo, que queden bien unidos.

Ponemos en una sartén amplia aceite, más o menos como dedo y medio, y cuando esté ligeramente caliente vamos incorporando las albóndigas que les habremos dado un poco de forma con dos cucharas. No poner demasiadas a la vez, para que se hagan mejor.

Les daremos la vuelta una vez hechas por ese lado. Las pasamos a un plato con papel absorbente y luego las reservamos en otro plato. Así iremos haciendo hasta acabar con la mezcla.

En una sartén ponemos un poco del aceite de la fritura, pero que previamente lo habremos colado para quitar las impurezas. Añadimos el resto de la cebolleta picada. Dejamos que se haga lentamente, hasta que quede blandita y ligeramente dorada. Incorporamos el tomate triturado, el ketchup y un poco de sal, luego se probará por si hay que añadir algo más. Dejaremos que se haga durante unos 15 minutos.

Si queréis que la salsa no se note la cebolla, se pasará por la batidora y a continuación se volverá a echar en la sartén y se dejará cocer unos minutos más para que vuelva a tomar su bonito color rojo y no el anaranjado de haberlo batido.

Se incorporan las albóndigas y se dejan cocer con la salsa unos 3 o 4 minutos.

Listas para comer, o para guardar para comerlas al día siguiente o para llevar al trabajo o donde queráis.

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