Cordero Asado de mi Madre

Este plato es el que hacía mi madre, que va a cumplir 97 años y ya hace tiempo que no lo hace, es obvio, pero he querido ponerlo, no solo porque es sencillo y está rico (muy rico de verdad), sino porque me gusta poner sus recetas y es que aunque ella no lo sabía, cocinaba muy, muy bien y rico. Con una familia tan numerosa tenía que hacer malabarismos con el dinero y con la comida, y la verdad es que lo hizo superbien, y es todo un honor dejar aquí sus recetas. Hacer otro par de comentarios, el primero: que es un plato que hago a menudo y quizás por ese motivo he tardado en ponerlo, y añadir que también se puede tener hecho con antelación hasta un punto y luego acabarlo en el horno, algo que viene bien siempre. Y el segundo: porque cuando lo han probado los de fuera les ha encantado, de hecho tengo una amiga que no le gusta mucho el cordero, pero este le gustó mucho, tanto que repitió, ahí queda.

Ingredientes:

2 paletillas de cordero recental (pero que sean pequeñas) en trozos grandes

2 cebollas

4 dientes de ajo

12/15 granos de pimienta negra

2 cucharadas de perejil picado

Aceite de oliva virgen

Sal

Con el cordero lechal no merece hacer este plato, es tan tierno y jugoso que es mejor hacerlo de la forma tradicional, cordero lechal, agua y sal y al horno. Pero con el recental al ser más grande sí, aunque yo siempre procuro comprar las piezas más pequeñas, y queda superjugoso.

Otra cosa que hago con este cordero es ponerlo en agua fría y en la nevera durante la noche. De esta forma la sangre se va y quedará mucho más blanco, así como más tierno y el sabor del cordero será mucho más suave. Podéis verlo en las fotos, como el agua primero está clara y luego sanguina.

El cordero los escurrimos y lo secamos bien con papel de cocina o un paño. A continuación ponemos sal a todas las piezas de carne. Utilizaremos la olla exprés. Ponemos un buen chorro de aceite y cuando esté caliente vamos dorando la carne, y según se van dorando las sacamos a una fuente.

Una vez hecho cortamos la cebolla en trozos pequeños, y la añadimos a la olla con una pizca de sal. La carne habrá dejado en el fondo una costra, que con la cebolla se irá quitando, pero que dará al plato un buen sabor.

Picamos el ajo y el perejil. Los granos de pimienta los machacamos en el mortero.

Cuando la cebolla esté lista, después de unos 6 minutos, dependerá de la intensidad del fuego, añadimos lo anterior. Dejamos un minuto o dos más removiendo.

Incorporamos el cordero y echamos agua hasta un poco más de la mitad del cordero, más o menos. Ponemos otro poquito de sal al agua y tapamos la olla. Dejamos cocer, cuando la válvula comience a girar, una hora o hora y cuarto, todo dependerá del tamaño del cordero, pero pincháis la carne y si veis que le queda un poco la dejáis más tiempo.

Este es el punto en el que podemos dejarlo así en la misma olla, para luego meter al horno justo antes de que se vaya a comer, claro está, hay que calentarlo antes de pasar al siguiente paso. Sacamos las piezas de carne y las colocamos en la fuente que va a ir al horno.

O bien ponéis el caldo tal cual, o bien lo podéis colar y sólo añadir el caldo sin la cebolla, todo dependerá de los gustos de cada uno, esta vez lo colé porque los que venían a algunos no les gusta la cebolla. No es necesario echar todo el caldo, calculad más o menos que el fondo esté cubierto y un poquito más, no tiene que nadar en la salsa, siempre podéis añadir más.

Meter al horno a 170ºC durante 30 minutos y otros 15 más con el grill o hasta que se dore. Listo para comer. Y que haya pan, porque la salsa está de vicio.

Un comentario en “Cordero Asado de mi Madre

  1. Es verdad que esta super rico el cordero hecho así
    Las madres son mágicas, todo lo hacen bien, lo que pasa es que te das cuenta de ello cuando ya somos
    Muy mayores

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.