A casi todo el  mundo les gusta el pollo, sobre todo los muslos, y es que son una de las partes más jugosas del pollo. Esta forma de cocinarlos les da mucho más sabor y quedan muy sabrosos y ricos.  

Ingredientes (para 2/3 personas):

6 muslos de pollo

1/2 vaso pequeño de vino blanco

1/2 vaso pequeño de vinagre

4 dientes de ajo

1 cucharada de perejil picado

Aceite virgen de oliva

Sal

La mitad de los ajos los vamos a laminar y a dorarlos en la sartén con un chorro de aceite a fuego bajo. Una vez hecho los retiramos y reservamos.

El resto de los ajos los picamos y junto con el perejil lo ponemos en un mortero. Majamos muy bien y reservamos.

Sazonamos los muslos. En la misma sartén donde hemos dorado los ajos ponemos los muslos, por tandas, si es pequeña la sartén, o como en mi caso que utilicé el wok y, aunque es grande, la base es pequeña.

Según se van dorando los vamos reservando. Si se hacen todos a la vez no es necesario sacarlos de la sartén. Han de quedar bien hechos y dorados.

Una vez tengamos todo, incorporamos el majado del mortero y rehogamos un minuto todo junto.

A continuación añadimos el vino y el vinagre.

Vamos rehogando, tapando y dejando que reduzca un poco.

Una vez hecho le añadimos los ajos dorados por encima.

Listo para comer. Este pollo recién hecho es como está más rico, aunque al día siguiente, por si sobra algo, queda también bueno.