Una ensalada para acompañar en la comida es el complemento ideal. Siempre tendremos nuestra ensalada favorita, pero si no probamos nuevas versiones, nos estamos perdiendo verdaderas exquisiteces, que seguramente nos harían cambiar de opinión, o como a mí me pasa, no saber cuál me gusta más, cuál es mi favorita. Me encanta probar cosas nuevas, unas me gustaran mucho más que otras, pero de lo que estoy segura es de que muchas veces me sorprende probar nuevas cosas y sentirme feliz por haberlas probado. Ya sabéis que en el blog hay una gran cantidad de ensaladas, todas ricas y algunas son unas verdaderas exquisiteces.
Ingredientes:
Brotes de lechuga
Uvas negras sin pepitas
Queso Parmesano
Tomates
Aceitunas
Nueces
Pasas
Aceite de oliva virgen extra
Vinagre de Jerez
Vinagre de Módena
Sal
Si la lechuga no es envasada es conveniente lavarla bien y luego escurrirla para que no queden restos de agua. Una vez dicho esto, ponemos la lechuga en una fuente.
Colocamos por encima las aceitunas y alrededor de la fuente, dejando la lechuga en el centro, los tomates en gajos. Estos son tomates pequeños, de forma que así quedan mejor, no son porciones tan grandes, al partirlos en cuatro.
Echamos las nueces partidas y las pasas. El queso parmesano lo cortamos con ayuda del pelador, haciendo láminas anchas.
Por último, partimos las uvas limpias por la mitad y las ponemos sobre la ensalada.
Ya sólo nos queda aliñarla. Se pone la sal, un poquito de cada uno de los vinagres y el aceite, un chorro generoso. La presentamos así para que quede bonita y, en la mesa, se mezclan bien todos los ingredientes.
