Las patatas están buenas de cualquier forma, así como combinándolas con cualquier otro ingrediente, y para la estación que estamos, con estos fríos de invierno, este guiso nos va a sentar de maravilla. Además de sano, baja en calorías y económica, este sencillo plato es totalmente vegetariano, o mejor dicho, vegano. Había utilizado las hojas de las berzas para otra receta, y pensé en utilizar los tallos en un guiso con patatas y la verdad es, que este plato, ha salido muy rico.
Ingredientes:
500 g de patatas
500 g de tallos de berza
1 cebolla
1 diente de ajo
1 cucharada rasa de harina
4 cucharadas soperas de aceite
1 cucharadita rasa de sal
6 granos de pimienta negra y 12 cominos
Perejil picado
Aquí están los tallos de las berzas, ya sin las hojas, sin la parte verde, aunque algunas tiene, pero son las pequeñitas que nacen en los laterales bajos de los tallos. Se puede utilizar para este guiso otro tipo de tallos, como las pencas de las acelgas, o los tallos de los grelos, cardos, … etc. Estos tallos son de dos manojos de berzas, para aquellos que no lo sepan la berza se vende por manojos.
Ponemos una olla con agua y un poco de sal a hervir. Cuando rompa el hervor echamos los tallos ya troceados. Los dejamos simplemente un par de minutos, justo el tiempo de blanquearlos y quitarles el amargor que puedan tener.
Escurrimos y reservamos.
Se pican la cebolla y el ajo.
En una cazuela baja ponemos el aceite. Sofreímos la cebolla y el ajo, durante 4 minutos a fuego medio-bajo y removiendo de vez en cuando.
Cuando haya pasado este tiempo, añadimos las patatas ya peladas y troceadas. Rehogamos durante otros 4 o 5 minutos. Añadimos el perejil. El rehogado es muy importante, ahí está, por lo general, la diferencia en los guisos.
Incorporamos la harina y rehogamos de nuevo.
Añadimos los tallos de las berzas y removemos todo.
Echamos agua hasta casi cubrir las patatas y la verdura. Machacamos en el mortero los granos de pimienta y los cominos y lo añadimos al guiso, también ponemos la sal.
Dejamos cocer, primero a temperatura alta y cuando haya roto el hervor a fuego medio durante unos 40 minutos, que el chup-chup no sea muy fuerte. Probamos de sal y si hace falta se añade algo más. Es bueno no poner toda la sal desde el principio, por si acaso, siempre hay tiempo de poner más antes de acabar el guiso. Así mismo probar si la patata está hecha, ya que no todas son iguales y unas necesitan algo más de tiempo.
Dejar reposar unos minutos y, a continuación, servir.