Los guisos de pescado no se suelen hacer mucho, pero estas albóndigas se puede decir que se comen solas, de lo ricas y tiernas que están. Con una ensalada o cualquier guarnición de verduras, o patatas fritas si se prefiere, ya os digo que con algo más conseguimos un plato muy completo. Tanto para los mayores como para los niños, sobre todo pensando en estos últimos, lo van a comer sin poner “peros”, además los niños pueden ayudaros a desmenuzar el pescado, ya que utilizar las manos les encanta y lo que han hecho ellos al final les gusta.

Ingredientes:

600 g de filetes de merluza congelada sin piel

2 huevos

1/2 cebolla morada

1/2 cebolla tierna (si es pequeña una entera)

2 dientes de ajo grandes

Perejil

2 cucharadas de miga de pan

Harina

Aceite de oliva virgen extra

Sal

En primer lugar picamos muy fino la cebolla morada. Ponemos un poco de aceite en una sartén y, cuando se haya calentado, añadimos la cebolla y la pochamos durante unos minutos.

A continuación ponemos los filetes de merluza en un bol y comenzamos a desmigarla con las manos. Yo lo prefiero así, aunque se puede cortar con cuchillo, pero queda más casero y además con las manos conseguimos palpar bien si hubiese alguna espina, porque puede haberla.

Picamos, muy picadito, 1 diente ajo y hacemos lo mismo con el perejil (como dos cucharadas una vez picado).

Incorporamos a la merluza la cebolla pochada, el ajo, el perejil, sal (como 1 cucharada pequeña) y el pan desmigado finamente. Mezclamos bien.

Añadimos los huevos y volvemos a mezclar bien.

Preparamos una sartén con aceite para freírlas, y mientras se calienta vamos haciendo las albóndigas. Ponemos un poco de harina en un plato hondo, y con una cuchara vamos tomando porciones de la mezcla. Embadurnamos con la harina y le damos forma redondeada con las manos.

Según se van haciendo se van poniendo con cuidado en el aceite, y se dejarán un poco por cada lado, para que se doren.

Las vamos poniendo, una vez fritas, en una cacerola, donde luego se terminaran de hacer.

Se pone en una sartén un par de cucharadas del aceite de haber frito las albóndigas de merluza. Picamos fino la cebolleta y la pochamos, cuando lleve un par de minutos añadimos el ajo también picado y dejamos que se haga un par de minutos más.

Una vez frita la cebolla, añadimos una cucharada de harina y rehogamos. Pasamos todo a un vaso para batirlo, añadiendo un poco de agua.

Una vez triturada bien la cebolleta frita con el ajo lo incorporamos en la cacerola donde están las albóndigas, añadiendo más agua, justo casi a cubrirlas.

Añadimos sal y las ponemos a que cuezan durante unos 10 minutos. Picamos bastante perejil, muy picadito y lo añadimos.

Dejamos cocer unos  minutos más agitando la cacerola, ya que si removemos con una cuchara las podemos romper. Probamos de sal y listas para comer. Se pueden tener preparadas con antelación e incluso de un día para otro.