Los revueltos se hacen rápido y son deliciosos, como segundo plato para comer al mediodía o bien para cenar, es perfecto. Espero que no os toquen pimientos del padrón que piquen, si es uno o dos no importaría, quizás hasta le daría un punto alegre al plato. Creo que hay un momento en el que pican, los que se recogen primero no suelen serlo, pero sí los que se recogen después, también influye el tiempo que haya habido durante la cosecha, eso es lo que tengo entendido, pero hay tantas versiones de porqué pican que no estoy segura de que lo que he dicho sea la verdad. En fin, solo añadir que la mezcla de los pimientos con el bacalao resulta deliciosa.
Ingredientes (por persona):
- 1 porción de bacalao desalado
- 2 huevos
- 1/2 cebolla tierna
- 10 o 12 pimientos del padrón (depende del tamaño)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
En primer lugar pelamos la cebolla y la cortamos en trozos pequeños (brunoise, término francés). Ponemos unas tres cucharadas de aceite en una sartén y cuando esté caliente echamos la cebolla. La dejamos durante unos 5 minutos, removiendo, hasta que se poche o ablande.
Mientras, lavamos los pimientos del Padrón, los secamos y cortamos en trozos, quitando las semillas y el rabillo.
Lo añadimos a la cebolla, echamos una pizca de sal y dejamos que se haga otros 3 minutos, removiendo de vez en cuando.
Por otro lado quitamos la piel al bacalao y lo hacemos dados.
Lo echamos a la sartén y removemos 1 minuto, el bacalao al estar cortado en dados pequeños no necesita mucho tiempo, porque luego seguirá cocinándose con el huevo.
Batimos los huevos ligeramente, no como para tortilla, poniendo una pizca de sal. El bacalao ya tiene sal así hay que tener cuidado de no pasarse.
Volcamos los huevos batidos y removemos con una cuchara de madera.
Hasta que cuajen, que estén a vuestro gusto, a mi personalmente no me gustan demasiado cuajados.
Servir en un plato y listo para comer.