A quién no le gusta tomar una tapa con una cerveza o lo que te apetezca, o una ración, porque en este caso es más lo segundo que lo primero. A mi desde luego sí que me gusta, no para todos los días, pero de vez en cuando apetece mucho. Esta queda muy rica y bien puede ser incluso un segundo plato, eso ya os lo dejo a vuestro gusto.
Ingredientes:
Chipirones
Patata
Cebolleta tierna
Huevo
Harina
Ajos
Aceite de oliva virgen
Aceite de girasol
Sal
En primer lugar lavamos la/las patatas, porque las vamos a utilizar con la piel. Estas son patatas rojas, ideales para freír, y no son grandes. Las cortamos en rebanadas finas y reservamos.
Por otro lado pelamos el ajo, la cantidad es al gusto, y los cortamos en láminas finas. Ponemos una sartén con un chorro de aceite de oliva y los doramos a fuego lento, así quedan más crujientes.
Pelamos la cebolla y la cortamos en juliana fina. La cantidad también es al gusto. La freímos en el aceite de los ajos. Una vez frita la retiramos y reservamos.
Ponemos aceite de oliva en esa misma sartén para freír las patatas. Ya una vez hechas las ponemos sal.
En otra sartén con aceite de girasol, los fritos quedan geniales con este aceite, lo ponemos a calentar. Mientras los chipirones ya los tenemos limpios, pero sin quitar la piel, secos y sazonados, los pasamos primero por harina y luego por huevo y los freímos. Una vez fritos los pasamos a un plato con papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
Montamos el plato con todos los ingredientes ya preparados. En primer lugar la cebolla.
Sobre la cebolla ponemos las patatas fritas.
Y sobre éstas los chipirones y los ajos.