Estas cazuelitas se pueden tener preparadas con unas horas de antelación, y, un poco antes de comer, terminar el plato con el último paso, poner el huevo y el queso y a gratinar. Además, al ser individuales no importa si los miembros de la familia acuden a comer en horas diferentes, es más, se pueden dejar gratinadas y luego calentar en el microondas, eso sí, el huevo se cuajaría del todo. Os dejo con las cantidades para una persona.
Ingredientes para 1 persona:
Arroz blanco cocido (ver receta)
2 porciones de espinacas congeladas
200g de tomate triturado
1 huevo
Queso parmesano rallado (o el que más os guste)
Media cebolla
1 o 2 dientes de ajo
3 cucharadas de aceite de oliva virgen
Sal
Azúcar
Orégano
Hacemos el arroz blanco como indica la receta.
Mientras se va cociendo el arroz ponemos en una sartén pequeña el aceite a calentar, añadimos la cebolla y el ajo picados. Dejamos que se rehogue durante 3 minutos aproximadamente.
Añadimos el tomate, una pizca de sal y una pizca de azúcar. Sofreímos durante unos ocho minutos a fuego lento.
Incorporamos el orégano, como una cucharada pequeña, probamos de sal y, si es necesario añadimos un poquito.
Las espinacas no es necesario que se descongelen, las ponemos así directamente, ya se van descongelando en la misma sartén, y las tenemos unos tres minutos rehogando todo junto.
Echamos el arroz, que habremos escurrido previamente.
Removemos y dejamos uno o dos minutos más.
Pasamos todo a una cazuelita de barro.
Cascamos un huevo encima.
Rallamos el queso, al gusto en cuanto a cantidades y al tipo de queso.
Meter al gril hasta que se dore.
Como podéis ver la yema del huevo queda muy jugosa.