La carne del cerdo, después de las matanzas, se preparaba de forma que durase para el resto del año, así poco a poco iban consumiéndolo. El método era cocinarlo en aceite de oliva y guardarlo en ese mismo aceite. Se llamaba de orza porque se guardaba en este tipo de recipiente, una olla de barro típica para ésta receta. Así se podían conservar durante meses, tanto la carne como los embutidos hechos con el cerdo (chorizos, morcillas, lomo, solomillo, costillas, … Como yo no tengo orza, ni tampoco me es necesario hacer lo que se hace en los pueblos para conservar tanta carne, os la he preparado en envases de cristal. Es una forma de tener en casa ya hecho esta rica carne tan tierna, y que nos recuerda en el sabor a esas matanzas, a cuando se iba al pueblo y los abuelos nos lo daban. Como ya he dicho se puede hacer con otras partes o con los embutidos frescos derivados del cerdo.

Ingredientes:

Solomillo de cerdo (Ver recta del Adobo)

Aceite de oliva virgen extra.

Envases de cristal

Hacemos el solomillo de cerdo según nos indica la receta, no pongo cantidad porque cada uno puede hacer la cantidad que quiera.

Cortamos el solomillo en medallones, que no sean ni demasiado finos, ni demasiado gruesos.

Ponemos una cacerola con abundante aceite. Cuando esté caliente, vamos echando los medallones de solomillo. Los freímos, pero no demasiado, lo justo para que queden hechos por dentro, es que si se hacen mucho luego quedarán secos.

Los vamos poniendo en los envases de cristal. Han de quedar bien llenos, con el menor espacio libre posible.

Una vez estén todos llenos, los cubrimos con el aceite caliente, que los cubra totalmente. Tapamos inmediatamente y los colocamos boca abajo hasta que se templen. Luego podemos guardarlo en la despensa, si ésta está en un lugar fresco, como en los pueblos, o bien los guardamos en la nevera. También se pueden guardar en el congelador y cuando se vayan sacando se pondrán en la nevera hasta que se descongelen.

Una vez pasado un tiempo, un mes por ejemplo. Sacamos el tarro, abrimos y vemos que está tal como se había envasado.

Ponemos en un plato la cantidad de carne a calentar, metemos al microondas y lo calentamos.  Y ya está listo para comer.

Éste es con el lomo de cerdo.